¿SABES QUÉ ES LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA?

La inseguridad alimentaria

 

El pasado 16 de octubre se celebró el Día Mundial de la Alimentación, proclamado en el año 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El objetivo de este día es concienciar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial, con la finalidad de fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.

La inseguridad alimentaria es la ingesta insuficiente de alimentos de manera aguda, estacional o crónica, afectando gravemente a la salud y el desarrollo de las personas. Por lo tanto, conseguir la seguridad alimentaria sería la disponibilidad de forma estable de alimentos suficientes, inocuos y nutritivos para poder llevar una vida sana. 

OBJETIVOS DE LA FAO EN EL DÍA DE LA ALIMENTACIÓN

  1. Promover la participación de las poblaciones rurales, en especial las mujeres y los grupos más afectados, en todas aquellas decisiones y actividades que afecten a sus condiciones de vida.
  2. Fomentar el sentido de la solidaridad internacional en la lucha contra la inseguridad alimentaria. 
  3. Promover la transferencia de tecnologías a todo el mundo para garantizar su desarrollo. 
  4. Aumentar la conciencia pública del problema de la inseguridad alimentaria y del problema que supone a nivel mundial. 

QUÉ RELACIÓN HAY ENTRE LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA Y EL MEDIOAMBIENTE

El actual sistema alimentario produce entre un cuarto y un tercio de las emisiones globales, debido en parte a la deforestación, el cambio de uso de la tierra, las emisiones de fertilizantes y estiércol, el metano del ganado y por la cadena de suministro del procesamiento de alimentos, refrigeración y transporte.

Podríamos decir que unas estrategias alimentarias que no tengan en cuenta la sostenibilidad, acaba dañando al medioambiente, a la calidad de los alimentos y a las personas, dejando a muchas regiones sin recursos. El cambio climático está dañando la seguridad alimentaria, ya que la pesca, la agricultura y la ganadería se han visto afectadas por el incremento de las temperaturas y por una mayor frecuencia de los desastres naturales.

ALGUNOS DATOS SOBRE LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA

Según la FAO:

Alrededor de 3.100 millones de personas, es decir, casi el 40% de la población mundial, no puede permitirse una dieta saludable.

Unos 193 millones de personas necesitaron asistencia humanitaria para su supervivencia en 2021.

En 2021, para 139 millones de personas, algún tipo de conflicto fue el principal motor de la inseguridad alimentaria en 24 países.

A pesar de que 828 millones de personas padecen hambre, 1 de cada 8 adultos es obeso y va en aumento en todas las regiones del mundo.

Las personas que viven en zonas rurales son las más afectadas por la inseguridad alimentaria, en total un 80% de las más extremadamente pobres.

Dos tercios de quienes padecen los mayores niveles de inseguridad alimentaria son productores de alimentos rurales. Es decir, las personas que se encargan de cultivar los alimentos que consumimos.

Las mujeres tienen un 15% más de probabilidades que los hombres de sufrir inseguridad alimentaria.

El 80% de la biodiversidad terrestre se conserva gracias a los pueblos indígenas y, en cambio, son los que sufren tasas más altas de pobreza, desplazamiento y malnutrición.

Alrededor de 160 millones de niños son víctimas de trabajo infantil y el 70% es el trabajos agrícolas.  

¿QUÉ PODEMOS HACER?

Aunque cabe aclarar que solamente con nuestro consumo no podemos arreglar la inseguridad alimentaria, ya que es una problemática en la que tienen que intervenir los gobiernos de todo el mundo, sí que podemos poner nuestro granito de arena y colaborar en que nadie se quede atrás en el objetivo de que todas las personas logren tener una mejor nutrición. Todo cuenta y todo suma.

Podemos mejorar los sistemas alimentarios siendo más responsables y mostrando empatía con nuestras acciones y elecciones diarias. Algunas de las recomendaciones de la FAO son:

  • Planificar y comprar solamente lo necesario para evitar el desperdicio de alimentos.
  • Almacenar adecuadamente los alimentos para que no acaben en la basura.
  • Reducir el consumo de productos intensivos en recursos.
  • Reducir el consumo de productos con un embalaje excesivo.
  • Escoger productos de temporada.
  • Elegir productos locales.