LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA EN VERANO: CÓMO MANTENERLA EN LAS MEJORES CONDICIONES

La circulación sanguínea

 

La circulación sanguínea es un proceso vital para nuestro cuerpo, ya que permite el transporte de oxígeno y nutrientes a las células y la eliminación de desechos. Durante el verano, muchos pueden notar ciertos problemas relacionados con la circulación debido a las altas temperaturas. Pero ¿por qué se resiente en verano y qué se siente cuando no funciona bien? ¿Qué podemos hacer para mejorarla?

¿QUÉ ES LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA?

La circulación sanguínea es el flujo continuo de sangre a través del sistema cardiovascular, que incluye el corazón, arterias, venas y capilares. Esta circulación es crucial para mantener la homeostasis y el funcionamiento óptimo de todos los órganos y sistemas del cuerpo. El corazón actúa como una bomba, impulsando la sangre rica en oxígeno desde los pulmones hacia el resto del cuerpo a través de las arterias, y luego devolviendo la sangre desoxigenada a los pulmones para ser oxigenada de nuevo.

¿POR QUÉ SE RESIENTE LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA EN VERANO?

Durante el verano, las altas temperaturas pueden afectar negativamente la circulación sanguínea. El calor provoca la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que puede llevar a una acumulación de sangre en las extremidades y a una disminución del retorno venoso al corazón. Esta condición puede causar hinchazón en las piernas y pies, y en algunos casos, puede agravar problemas circulatorios preexistentes como las venas varicosas.

EFECTOS DEL CALOR EN LA CIRCULACIÓN

Cuando la temperatura ambiente aumenta, el cuerpo intenta mantener una temperatura interna estable a través de la sudoración y la dilatación de los vasos sanguíneos en la piel. Esto ayuda a disipar el calor, pero también puede hacer que el corazón trabaje más para bombear sangre a través de los vasos dilatados. En consecuencia, algunas personas pueden experimentar una caída en la presión arterial, lo que puede provocar mareos, fatiga y, en casos extremos, desmayos.

SÍNTOMAS DE PROBLEMAS DE CIRCULACIÓN SANGUÍNEA EN VERANO

Los problemas de circulación sanguínea pueden manifestarse de varias maneras. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Hinchazón: especialmente en las piernas, tobillos y pies.
  • Pesadez y fatiga: sentirse cansado/a sin una razón aparente.
  • Calambres y dolor: particularmente en las piernas.
  • Venas varicosas: las venas se vuelven más visibles y abultadas.
  • Mareos y desmayos: debido a la baja presión arterial.

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA MEJORAR LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA EN VERANO?

Hidratación 

Mantenerse bien hidratado es fundamental para una buena circulación sanguínea. El agua ayuda a mantener el volumen de sangre adecuado y facilita el transporte de nutrientes y oxígeno a las células. Se recomienda beber al menos 8 vasos de agua al día, y más si estás expuesto/a a altas temperaturas o realizas actividad física intensa.

Ejercicio regular

El ejercicio físico es una de las mejores maneras de mejorar la circulación sanguínea. Actividades como caminar, nadar, andar en bicicleta y practicar yoga pueden ayudar a fortalecer el sistema cardiovascular y promover un flujo sanguíneo saludable. Durante el verano, es aconsejable realizar ejercicio en las horas más frescas del día, como temprano en la mañana o al atardecer, para evitar el calor extremo.

Alimentación saludable

Una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras puede mejorar la salud cardiovascular y la circulación sanguínea. Alimentos como los cítricos, bayas, espinacas, nueces y pescado rico en omega-3 son especialmente beneficiosos. Además, es importante limitar el consumo de sal y grasas saturadas, que pueden contribuir a la mala circulación.

Vestimenta adecuada

Usar ropa cómoda y ligera puede ayudar a evitar la restricción del flujo sanguíneo. Las prendas ajustadas, especialmente en las piernas, pueden empeorar la hinchazón y los problemas circulatorios. Opta por ropa holgada y de tejidos transpirables que permitan una buena ventilación y comodidad.

Descanso y elevación de piernas

Tomarse descansos regulares y elevar las piernas por encima del nivel del corazón puede ayudar a mejorar el retorno venoso y reducir la hinchazón. Esto es especialmente útil si pasas mucho tiempo de pie o sentado/a. Trata de elevar las piernas durante unos 15-20 minutos varias veces al día.

Evitar el calor extremo

Intentar mantenerse fresco/a y evitar la exposición prolongada al calor puede prevenir la dilatación excesiva de los vasos sanguíneos. Usar ventiladores, aire acondicionado, tomar duchas frías y quedarse en lugares frescos durante las horas de más calor son estrategias efectivas para mantener una buena circulación sanguínea.

Masajes y terapias complementarias

Los masajes pueden ayudar a estimular la circulación sanguínea y aliviar la tensión muscular. Considera la posibilidad de recibir masajes regulares, especialmente en las piernas, para promover un mejor flujo sanguíneo. Otras terapias complementarias, como la acupuntura y la hidroterapia, también pueden ser beneficiosas.

Productos de compresión

El uso de medias de compresión puede ser útil para quienes sufren de problemas circulatorios severos. Estos productos están diseñados para aplicar presión a las piernas, ayudando a mejorar el retorno venoso y reducir la hinchazón. Consulta con un profesional de la salud para determinar si este tipo de productos es adecuado para ti.

UN VERANO SALUDABLE Y ACTIVO

La circulación sanguínea es esencial para el funcionamiento óptimo de nuestro cuerpo, y durante el verano, es importante tomar medidas adicionales para mantenerla en buen estado. Mantenerse hidratado/a, realizar ejercicio regular, llevar una alimentación saludable y evitar el calor extremo son algunas de las estrategias que pueden ayudar a mejorar la circulación sanguínea.
Si experimentas problemas persistentes, no dudes en buscar la orientación de un profesional de la salud.