El 16 de septiembre es el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, así lo proclama la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en conmemoración del día en el que se firmó el Protocolo de Montreal. El objetivo es concienciar de la protección de la capa de ozono, la cual está siendo deteriorada por el calentamiento global.
QUÉ ES LA CAPA DE OZONO
La capa de ozono es una región atmosférica situada en la estratosfera, entre los 15 y los 50 kilómetros de altitud, que envuelve el planeta Tierra. Actúa como escudo protector de la radiación de los rayos ultravioleta de tipo C y de la mayor parte de la de tipo B, dejando pasar la de tipo A, que es la menos dañina de las tres. Sin la capa de ozono, no habría ninguna forma de vida tal y como la conocemos.
La utilización durante muchos años de ciertos productos químicos de uso común, han resultado ser muy dañinos para la capa de ozono. Este proceso de destrucción de esta capa, comienza con la emisión en la superficie de la tierra de gases que contienen cloro y bromo, principalmente. Especialmente, se conocen a los Compuestos Clorofuorocarbonados (CFC) y los halones como los gases originados por el ser humano que destruyen el ozono atmosférico.
EL PROTOCOLO DE MONTREAL
Antes de este, se formalizó el Convenio de Viena para la protección de la capa de ozono, en el 22 de marzo de 1985. Firmado por 28 países, fue un modo de apoyar a la comunidad científica acerca de la veracidad del agotamiento de la capa de ozono y, a su vez, una forma de cooperar en la toma de medidas para la protección de la misma. En septiembre de 1987, se redactó el Protocolo de Montreal, donde se indican las sustancias que agotan la capa de ozono.
El objetivo principal de este protocolo es la toma de medidas para controlar la producción mundial y el consumo de las sustancias que agotan el ozono con el fin de eliminarlas. Dos de las medidas que se establecieron fue la prohibición de uso de Compuestos Clorofuorocarbonados (CFC) y de halones en los extintores.
5 CONSEJOS PARA CUIDAR DE LA CAPA DE OZONO
Aunque el mayor impacto lo tiene la gran industria, nosotros también podemos sumarnos a la causa con nuestros actos. Por eso, a continuación, te proponemos cinco recomendaciones para cuidar de la capa de ozono y ayudar a preservarla.
1. Utilizar menos el vehículo
Intentar utilizar menos el coche cambiándolo por alternativas como el transporte urbano, la bicicleta o caminar, siempre que sea posible. También existe la posibilidad de compartir el trayecto con otras personas que se dirijan al mismo destino como, por ejemplo, con compañeros y compañeras de trabajo. Otra opción son los vehículos eléctricos, que actualmente se ofrecen ayudas para la compra de los mismos.
2. Evitar los sprays/aerosoles
Los aerosoles son uno de los principales causantes de la dilatación del agujero de la capa de ozono y han empeorado notablemente el calentamiento global por el uso de los clorofluorocarbonos (CFC) y los halones. Actualmente, estos compuestos están siendo sustituidos por otros no nocivos para la capa de ozono.
3. Evitar el uso del Bromuro de Metilo
Esta sustancia está presente en productos de tratamiento para la madera, en almacenes y en la agricultura como fumigante, debido a que es muy efectivo y tiene un coste muy bajo. Pero el inconveniente de este producto químico es que se degrada con dificultad y destruye la capa de ozono y, por esta razón, desde el año 1995 hasta el 2001 se redujo su uso un 50%, aunque a día de hoy no hay fecha para su prohibición.
4. Conciencia al limpiar el hogar
¿Te has parado a pensar alguna vez de qué se componen los productos que usamos para hacer algo tan cotidiano como limpiar nuestra casa? Algunos contienen disolventes y sustancias corrosivas para nuestra piel, nuestras vías respiratorias y para el medio ambiente. En la actualidad existen productos de limpieza ecológicos en el mercado, incluso se pueden usar alternativas sencillas como vinagre o bicarbonato.
5. Cuida la naturaleza
Los árboles tienen un papel fundamental en el cuidado de la capa de ozono, ya que tiene la capacidad de absorber CO2, ayudando a la regeneración de esta sustancia y a la mejora de la calidad del aire que respiramos. Además, eliminan la contaminación, por eso son tan indicados en los núcleos urbanos y, cada vez, son más ciudades las que toman consciencia y apuestan por zonas verdes urbanas. Cuidar de la naturaleza es cuidar de los pulmones de la tierra y de los propios árboles.
Y el más importante de todos los puntos es tomar conciencia de la importancia que tiene la conservación de la capa de ozono en nuestra vida y en la de nuestra casa: el planeta Tierra. Por eso, generar conciencia en nuestro alrededor y tomar acción en decisiones como el uso de electrodomésticos o bombillas de bajo consumo, utilizar el aire acondicionado de forma razonable o la compra de productos locales, que no han tenido que hacer largos kilómetros para llegar a tus manos, son gestos que marcan la diferencia.