Protegerse de los rayos ultravioletas es muy importante porque la mayoría de los tipos de cáncer de piel son provocados por un exceso de exposición a estos mismos. Si bien la mayoría son debidos a una exposición a la luz del sol, también pueden ser debidos a la exposición a luces artificiales como por ejemplo las que se emplean en los centros para broncearse o a las lámparas solares. De esta forma, las personas con demasiada exposición a este tipo de luces y rayos, tienen un mayor riesgo de sufrir cáncer de piel.
Dentro de los rayos ultravioletas, incluimos los rayos UVA y los UVB. Estos últimos cuentan con más energía y es más posible que sean la causa de ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, ambos tipos de rayos pueden serlo. No existe ningún tipo de rayos que sea 100 % seguro para la piel. Aquellos que vienen del sol, pueden ser más o menos intensos en función de varios factores.
Por ejemplo de la hora del día que es, entre las 10 de la mañana y las 16 horas, son más intensos. En primavera y en verano también son más nocivos, sin embargo, este dato no es importante si nos situamos cerca del ecuador. Cuanto más lejos del ecuador estemos, menos agresivos son. La altitud también es importante, ya que en los lugares más altos, llegan más rayos ultravioletas. También es importante saber que aunque haya nubes, los rayos pueden pasar y llegar al suelo. Además, pueden rebotar en ciertas superficies, como por ejemplo el agua o la nieve, lo que hace que si estamos cerca, tengamos más exposición a estos.
Hay una herramienta que ayuda a saber la potencia de los rayos ultravioletas que hay en una región determinada. Esto puede ser muy útil si se prevé pasar el día fuera o viajar a una nueva región. Para que nos podamos preparar correctamente. Es un servicio que ofrece el Servicio Meteorológico Nacional de los Estados Unidos junto con la Agencia de Protección Ambiental (EPA). Han establecido una escala de 1 a 11+, cuanto más elevado el número, mayor es el riego que se corre al exponerse a los rayos ultravioletas. Se puede acceder a este servicio en la página web del EPA.
Otros factores de los rayos ultravioletas a tener en cuenta:
Además de la intensidad de los rayos, también hay que tener en cuenta el tiempo que se está expuesto, si se lleva protección solar y el tipo de ropa. La gente que vive en regiones donde hay una mayor cantidad de exposición solar a lo largo del año, tiene más riesgo de sufrir cáncer de piel. También aquellas personas que trabajan en el exterior o que pasan muchas horas en la calle.
Hay algo llamado patrón de exposición, que aumenta el riesgo, por ejemplo, sufrir quemaduras con mucha frecuencia durante la infancia, hace que la persona tenga más posibilidades de tener cáncer o problemas de piel, incluso varios años después.
Por esta razón, es muy importante protegerse siempre del sol.
Cada vez que una persona está bajo la luz del sol, se expone a sus rayos, esto se acumula día tras día. Por esta razón, hay que protegerse siempre, no solamente los días que vamos a la playa, la crema del sol debería formar parte de nuestra rutina diaria. Aunque no veamos el sol, también deberíamos ponernos crema, porque, como hemos dicho antes, los rayos ultravioletas, pasan a través de las nubes.
Además de la crema, hay que permanecer en la sombra siempre que sea posible. La ropa también ayuda a protegerse de los rayos solares, por ejemplo, la manga larga y los pantalones largos nos protegen más porque cubren más piel, los colores oscuros protegen más que los claros y las telas tupidas protegen más que las finas, la ropa seca también protege más que la ropa mojada. Para la cabeza se pueden usar pañuelos, gorras, sombreros… Y no hay que olvidarse de los ojos, hay que llevar gafas para que no sufran.
Si podemos, evitar salir entre las 10 y las 16 horas, que es cuando más intensidad tienen. Una sencilla forma de saber si los rayos son muy intensos es ponerse al sol y observar la sombra, si es más corta que nosotros es señal que los rayos ultravioletas son muy intensos y que por lo tanto deberíamos evitar exponernos a ellos.
Si no se puede evitar, debemos seguir los consejos que hemos mencionado antes: crema solar, ir por la sombra, usar gafas y pañuelo o sombrero en la cabeza. Hay que prestar especial atención en la playa y en la nieve, por lo que cada dos horas es importante volver a aplicar crema y no exponerse bajo la luz del sol durante periodos de tiempo prolongados. También hay que saber que los rayos del sol pueden atravesar el agua, por lo que si nos encontramos en la playa, lo ideal no es estar todo el rato dentro del agua.
Por último, hay que saber que los cristales también nos pueden ayudar. Estos bloquean la mayoría de rayos UVB, pero no de UVA. Los cristales polarizados sí que bloquean la mayoría de rayos UVA, pero depende del fabricante.