¿De qué hablamos cuando nos referimos a una alimentación sostenible?
La alimentación aporta a nuestro cuerpo todos los nutrientes necesarios para que el organismo funcione correctamente. Pero, no sólo impacta positivamente o negativamente sobre nosotros. La forma que escogemos para alimentarnos también influye en el medio ambiente y dependiendo de las elecciones de los gobiernos y la nuestra propia, podemos reducir la huella medioambiental. Por lo tanto, disminuir el uso de recursos naturales y contribuir al cuidado del planeta y de los seres vivos que lo habitamos.
El planeta Tierra sufre las consecuencias del progreso económico de los países emergentes y la demanda mundial de alimentos (desmesurada en países desarrollados) genera que esta producción, transformación y distribución alimentaria esté contribuyendo a la contaminación, las emisiones de gases de efecto invernadero, la degradación de la tierra y la pérdida de biodiversidad. Por todas estas razones, es necesario poner el foco de atención en un cambio alimentario que asegure el cuidado del planeta y no sólo para asegurar la cantidad de alimentos necesarios para el crecimiento de la población. La alimentación sostenible y saludable es la respuesta.
¿Qué es la alimentación sostenible?
La alimentación sostenible tiene como objetivo, además de garantizar la salud de las personas, promover una producción y consumo responsable que genere un impacto ambiental reducido, luchando contra el cambio climático, respetando la biodiversidad y protegiendo los ecosistemas terrestres y marinos. Todas estas finalidades tienen como meta que la huella ambiental sea mínima.
Si te estás preguntando qué puedes hacer tú para integrar en tu vida una alimentación sostenible y así contribuir al bienestar global del planeta, a continuación te indicamos 10 ideas muy valiosas con las que estarás transformando la situación actual.
Decálogo de la alimentación sostenible
- Se aconseja comer menos productos de origen animal y carnes procesadas
Los estudios hablan por sí solos. Consumimos más carne de la necesaria, lo que deriva en una salud deficiente y en la creación de más industrias cárnicas que generan una enorme huella medioambiental y menos bienestar animal.
- Incrementa el consumo de frutas y hortalizas
Prioriza los vegetales, por ser saludables y porque tienen un mínimo impacto en la tierra. Fruta, verdura, tubérculos como la patata, las legumbres, los frutos secos o el aceite de oliva… Por suerte, contamos con una amplia variedad.
- Introduce más proteína de fuentes vegetales
Las legumbres y los frutos secos son una excelente fuente de proteína que, tomando la cantidad adecuada diaria, te proporciona toda la energía y nutrientes que necesitas sin tener que recurrir a la proteína animal.
- Consume alimentos de temporada
Respeta los tiempos de los alimentos. Estos productos no sólo gozan de mejores cualidades nutricionales, sino que además son más sostenibles y económicos.
- Si puedes, compra en comercio de proximidad
Los mercados y tiendas de barrio suelen tener productos locales que garantizan que son de proximidad y, que el impacto que generan al planeta hasta llegar a tus manos, ha sido el mínimo.
- Apuesta por la calidad
Reducir el consumo de procesados, apostar por la agricultura ecológica, optar por la carne de producción extensiva o el pescado de reservas sostenibles, es un modo de reducir la huella medioambiental y apostar por tu salud y la de las personas que trabajan en el sector alimenticio.
- Planifica y vencerás
Es importante saber lo que vas a consumir para comprar sólo la cantidad que gastes y, de este modo, evitar el despilfarro. Si aún así, tienes sobras al final de la semana, no las tires: podrás encontrar en libros e Internet un montón de consejos para aprovecharlas.
- Come sólo lo que necesites
A veces comemos más de lo que realmente necesitamos. Los motivos pueden ser varios: el impacto de la publicidad, una mala gestión emocional, malos hábitos alimenticios, por ideas culturales, etc. Si crees que es tu caso y no puedes evitar comer en exceso, acude a un profesional que pueda ayudarte.
- Apuesta por el comercio justo
Antes de comprar un producto infórmate de su procedencia. Algunos, como el cacao o el café que proceden de otros países, podemos ver el sello de comercio justo que garantiza que existe una sostenibilidad social y económica de los países productores. El sello puede ser el WTO o el FLO.
- Se recomienda buscar alternativas al plástico
Reutilizar y reciclar es básico para evitar la acumulación de plástico que estamos presenciando en la era actual. El planeta está sufriendo las consecuencias y debemos actuar de inmediato. Siempre que puedas, se recomienda buscar alternativas al plástico.
- Educación alimentaria
Reflexionar sobre el impacto que generamos al planeta con nuestro consumo alimenticio es vital para poder tomar acción. Compartirlo con las personas de nuestro alrededor y concienciar. Promoviendo una alimentación sostenible estarás sumando fuerzas al objetivo final: reducir nuestra huella ambiental.