La bicicleta es una gran aliada para el medioambiente y poco a poco, se va implantando en los países, sobre todo en el Norte de Europa. En algunos como Holanda, Alemania o Francia, es inevitable pensar en sus calles y no tener las bicicletas presentes, transitando por sus vías; y es que forman parte de la cotidianidad. Personas que van al trabajo, a la escuela, a entrenar, a reunirse con alguien, bicicletas con grandes cestos para llenar con la compra o, las encuentras en la noche, a la vuelta de una cena con los amigos. Es la forma en la que se desplazan.
Cada vez, los gobiernos están más concienciados de que la bicicleta es la mejor alternativa al aumento de la contaminación ambiental, la escasez del combustible, sus precios y el daño que hace ésta al planeta. Muchos países se suman a la revolución del pedal y plantean las ciudades con calles que permitan el uso de la bicicleta, más allá de su utilidad recreativa y deportiva, facilitando el transporte dentro de las urbes, con infraestructuras para poder aparcarlas allá donde vayas. Todavía queda mucho por hacer, pero está claro que la bicicleta lleva años abriéndose camino, porque es el mejor medio de transporte para ayudar al medioambiente.
El deterioro del medioambiente
Para el medioambiente, cambiar el vehículo a motor por la bicicleta comporta una serie de beneficios notables para el mismo. Reduce los niveles de contaminación atmosférica y acústica porque la bicicleta no contamina al usar la energía humana para su movimiento, a diferencia de los vehículos que emiten gases tóxicos a la atmósfera, afectando a la calidad del aire. Por esta razón, insisten en la urgencia de que la sociedad haga un cambio de chip con el transporte y así conseguir un aire más limpio y puro.
Los problemas como el efecto invernadero, el calentamiento global y el cambio climático, se verían reducidos si tomáramos conciencia respecto a este asunto. Es una problemática que afecta al planeta; ergo a la existencia humana. La prueba de esta información es la cantidad de muertes y enfermedades asociadas a la contaminación por combustibles fósiles como, por ejemplo, las afecciones respiratorias o alergias.
De acuerdo con los datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, los coches, las furgonetas, los camiones y los autobuses producen más del 70% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero procedentes del transporte. Y es que unos 1500 millones de coches circulan por las calles del mundo, contribuyendo al deterioro dramático del medio ambiente.
Toda esta información, debería invitarnos a reflexionar sobre soluciones que contribuyan a ser más amigables con la naturaleza y a ser más conscientes sobre la huella que dejamos con nuestras acciones individuales. Pero, tan importante es la acción de los ciudadanos, como que los países se tomen en serio la implementación de vías para bicicletas más seguras y conectadas, para que el máximo de la población cambie el coche por la bicicleta.
8 beneficios del uso de la bicicleta
Si aún te quedan razones para usar la bicicleta y ayudar al planeta, a continuación te damos algunos de los beneficios que produce este medio de transporte en el ser humano, si lo usas de forma frecuente/diaria.
Agilidad
En la ciudad, la bicicleta supone menos tiempo para llegar a tu destino. La congestión del tráfico urbano con todos los vehículos, supone invertir más tiempo en los desplazamientos, cosa que no ocurre si utilizas la bicicleta, ya que supone una mayor agilidad en comparación con cualquier vehículo de motor.
Corazón más sano
El uso de la bicicleta de forma regular a diaria, reduce el riesgo a sufrir enfermedades cardíacas hasta un cincuenta por ciento. Según informa la British Heart Foundation, unos 10,000 ataques cardíacos fatales, podrían evitarse cada año si las personas cuidaran su corazón manteniéndose activas. Recorriendo 30 km semanales en bicicleta, se reduce a menos de la mitad el riesgo de enfermedades del corazón, en comparación con las personas que no hacen ejercicio.
Moviliza los intestinos
Cuando te subes a la bicicleta y pedaleas, se mueve la cadera que, a su vez, activa la musculatura del vientre y estimula la contracción de los músculos intestinales. Esta acción que realizas al pedalear, comporta muchos beneficios para tu aparato digestivo, previniendo la hinchazón abdominal y el estreñimiento.
Mejor descanso
La bicicleta permite que, en los trayectos, tengas contacto al aire libre y con la luz del día que te ayudará a sincronizar tu ritmo circadiano. Además, el uso de la bicicleta libera del cuerpo grandes cantidades de cortisol, la hormona del estrés que, junto con el contacto al aire libre, son aspectos que ayudan a tener un sueño profundo y reparador.
Lumbares más fuertes
La posición que se debe mantener en la bicicleta, fortalece los músculos de la zona lumbar. Es decir, con el cuerpo inclinado ligeramente hacia delante, agarrando el manillar con la espalda recta y manteniendo el abdomen fuerte. Es una de las zonas que más dolencias y bajas laborales provoca. Mientras te trasladas de un lado a otro sobre la bicicleta, estarás realizando un ejercicio postural que te ayudará a mejorar la resistencia de las lumbares.
Tonifica las piernas
Al pedalear se usa de forma activa los glúteos, cuádriceps e isquiotibiales, trabajando todos los músculos de las piernas, fortaleciendo y tonificando. Si cuidas la musculatura de esta zona del cuerpo, las tendrás más fuertes y serán más funcionales para el día a día, más allá del componente estético que supone.
Mejor piel
Con el movimiento, el cuerpo optimiza la producción de colágeno, lo cual es ideal para reducir la aparición de arrugas y tener una piel más sana. Así mismo, aumenta la circulación, por lo que también el oxígeno y los nutrientes, eliminando toxinas, evitando la flacidez y ayudando a los tejidos a estar más saludables.
Rodillas más saludables
Usar la bicicleta es una práctica de bajo impacto para el cuerpo, por lo que las rodillas no sufren sobrecargas y los cartílagos no se dañan. Pedalear es una forma de ejercitar la musculatura que actúa de sujeción en la rodilla y que, es la zona que se desgasta con los años, provocando problemas de salud. Piensa entonces que, cada vez que usas la bici, estás reforzando, fortaleciendo y protegiendo tus rodillas.