¿Sabíais que la temperatura de La Tierra va en aumento mes tras mes desde 1977? Es una de las consecuencias del efecto invernadero. Seguro que has escuchado hablar de este fenómeno, pero últimamente es más importante que todos tengamos consciencia de qué es y cuáles son sus consecuencias para que podamos frenarlo.
El efecto invernadero es un fenómeno que se produce de forma natural y que nos beneficia. Ocurre cuando ciertos gases de la atmósfera retienen la radiación térmica que emite la superficie de la tierra cuando se calienta por el sol. Esto hace que la temperatura dentro de la atmósfera sea la adecuada para que pueda haber vida.
Sin embargo, por culpa de la acción del hombre, este proceso que ocurre de forma natural, se ha visto alterado. Ha aumentado el número de gases presentes en la atmósfera y, en consecuencia, se retiene más calor y aumenta la temperatura.
Consecuencias del efecto invernadero:
El constante aumento de la temperatura de La Tierra tiene terribles consecuencias para el planeta, las personas, los animales y las plantas. A continuación os explicamos algunas de ellas:
Deshielo de los glaciares: este hecho tiene varias consecuencias negativas. Por un lado sube el nivel del mar, también se liberan grandes cantidades de metano, los animales pierden su hábitat natural y tienen que buscar otras alternativas. Además, se reduce el albedo, que es la radiación solar que entra en la superficie de la tierra y vuelve a la atmósfera. Por lo tanto, esta radiación al no volver, se queda aquí.
Inundaciones de ciudades cercanas al mar: al subir el nivel del mar, las ciudades e islas que están cerca del mar se ven afectadas. Sufren inundaciones y algunas de ellas pueden llegar a desaparecer si no se frena el deshielo.
Fenómenos de la naturaleza más devastadores: una de las consecuencias directas del efecto invernadero es que los cambios climáticos se vuelven más intensos. Por ejemplo, los huracanes, los cuales se ocasionan cada vez con más frecuencia (debido al aumento de las temperaturas) y tienen más fuerza. Por lo que su poder de destrucción es mayor. También hay más lluvias torrenciales.
Especies de animales que migran: por culpa del cambio del clima de la zona donde viven los animales (o el deshielo que hemos mencionado antes), los animales ya no pueden seguir viviendo allí. Por lo tanto se ven obligados a migrar para encontrar una zona que reúna con las consecuencias necesarias para que puedan vivir en las condiciones que necesitan. Esto también afecta a la fauna y flora de los lugares donde migran. Algunas especies se comen las autóctonas, por ejemplo.
Se prevé que el ser humano también se verá obligado a desplazarse a causa de las sequías extremas o las inundaciones en 2050.
Las zonas fértiles se desertifican: por causa del calentamiento global se degrada el suelo y las zonas áridas se desertifican. Cuando esto ocurre, se pierde todo el potencial biológico que tenían esas zonas. Por lo tanto, ya no se pueden cultivar y se desaprovechan. Según la ONU, hasta la fecha, más del 30% del suelo se ha degradado.
Alteraciones en la agricultura y la ganadería: la estación de crecimiento de la agricultura se ha visto afectada directamente, se ha alterado. Por lo tanto, es más difícil controlar los tiempos y el crecimiento de las plantas. Hay que tener en cuenta que la variación en las temperaturas también provocan que aparezcan insectos o hierbas que invaden y causan enfermedades en las cosechas. Llegando a causar pérdidas de dinero importantes.
Lo mismo pasa con la ganadería, los cambios en el clima afectan la salud, reproducción, metabolismo… De los animales.
Escasez de alimentos: las alteraciones en la agricultura y ganadería que hemos mencionado antes derivan en una reducción de la producción de alimentos, esto hace que haya escasez de comida. Se ven afectadas en mayor medida las regiones más pobres como por ejemplo África subsahariana y Asia meridional. Como siempre, las zonas con menores recursos económicos son las que se ven más afectadas por este tipo de problemas.
Propagación de enfermedades y aparición de pandemias: el calentamiento global facilita la aparición de enfermedades infecciosas (malaria, cólera, dengue) y que se propaguen fácilmente por todo el mundo. No hace falta decir que puede causar la muerte de un número muy elevado de personas. Además, por culpa de las altas temperaturas la gente es más propensa a sufrir problemas cardiovasculares y respiratorios, que también puede acabar provocando la muerte u otros problemas graves de salud.
Como podéis ver, las consecuencias del efecto invernadero son muy graves para el planeta y los seres que habitan en él. Si todos tomamos consciencia de este hecho y ponemos de nuestra parte, todavía estamos a tiempo de frenarlo y de remediar la situación.