La tendinitis es la inflamación severa o la irritación de un tendón. Los tendones son cuerdas fibrosas que unen los músculos con los huesos y su función es facilitar a los músculos el movimiento de los huesos. Los tendones son una de las zonas que más lesiones sufre, concretamente la entesis, que es la zona de unión del tendón con el hueso.
Aunque puede ocurrir en cualquier tendón, las zonas más comunes de padecer una tendinitis es en la cara interna de la rodilla (tendinitis anserina), debajo de la rótula (tendinitis rotuliana), en el talón (tendinitis Aquilea), el hombro (manguito de los rotadores), en la región externa del antebrazo (conocido como “codo de tenista”) o en la muñeca (tendinitis de De Quervain).
SÍNTOMAS DE LA TENDINITIS
Este trastorno provoca dolor y sensibilidad a lo largo del tendón, generalmente cerca de la articulación y este malestar empeora con el movimiento o la actividad. Normalmente, este dolor imposibilita realizar ciertas actividades de la vida diaria.
Los síntomas aparecen en el punto de unión del tendón y el hueso. Los más comunes son:
- Sensibilidad en la zona afectada.
- Dolor progresivo que se puede volver agudo o intenso al mover la articulación afectada.
- Hinchazón leve.
- Enrojecimiento o irradiación de calor.
- Baja capacidad funcional de la zona.
- Poco rango de movimiento articular.
CAUSAS DE LA TENDINITIS
La tendinitis puede ser causada por lesiones repentinas, pero la principal causa de este mal recae en el sobreuso de los tendones, debido a la práctica repetida de un mismo movimiento a lo largo del tiempo. Principalmente se producen durante la práctica deportiva y/o la práctica laboral, por los sobreesfuerzos musculares y los movimientos repetitivos.
La tendinitis podría no tener una única causa y ser la confluencia de varias. Las más comunes son:
- Las lesiones laborales o deportivas inesperadas.
- Movimientos repetitivos a lo largo de períodos prolongados.
- Alteración de la postura por mantener posturas incorrectas o posiciones anormales.
- Sobrecarga muscular debido a un uso excesivo de las articulaciones.
- El envejecimiento del tendón provocado por la edad.
- Algunas patologías como la artritis, la diabetes, la gota, la psoriasis o enfermedades de la tiroides.
FACTORES DE RIESGO
Las personas que tienen mayor riesgo de sufrir una tendinitis son:
- Quienes se dedican a profesiones que implican movimientos repetitivos, mantener posturas incómodas, las que trabajan en entornos con vibraciones o aquellas que realizan grandes esfuerzos físicos.
- Las de edad avanzada, debido a que la edad provoca la pérdida de flexibilidad en el tendón.
- Deportistas profesionales o aquellas personas que practican regularmente un deporte que implica movimientos repetitivos.
- Quienes padecen alguna enfermedad sistémica.
10 CONSEJOS PARA PREVENIR LA TENDINITIS
- Si haces deporte regularmente, no abusar de un mismo ejercicio e ir combinando varios tipos o disciplinas para evitar sobrecargar la misma articulación.
- Fortalecer los músculos, ya que mantenerlos fuertes y flexibles, ayuda a prevenir lesiones.
- Calentar siempre antes del ejercicio y, tras su práctica, estirar para mantener la flexibilidad de las articulaciones.
- Prestar atención a los movimientos que realizas cuando entrenas o prácticas algún deporte ya que, si no se realizan correctamente, se pueden sobrecargar los tendones.
- Prestar atención a la ergonomía en el puesto de trabajo, tanto tu posición corporal como la de los elementos que utilices para realizar las funciones.
- Si en el puesto de trabajo se realizan movimientos repetitivos, vigilar de ejecutarlos adecuadamente.
- De vez en cuando, hacer descansos para no cargar las manos, codos, brazos y hombros.
- Prestar atención al cuerpo y tomar medidas si comienzas a sentir dolor en alguna articulación.
- Para evitar la tendinitis del tren inferior, utilizar un calzado adecuado.
- Respetar los tiempos de reposo del cuerpo.