El número de personas que realizan compras online ha crecido en los últimos años, a medida que el acceso a Internet ha llegado a todos los rincones del mundo. En 2018 se calcula que hubo unos 1.800 millones de consumidores online. Esta cifra se ha disparado con la pandemia y las restricciones a la movilidad.
Según los datos de Statista, el portal de estadística en línea, se prevé que los ingresos en el mercado del comercio electrónico alcancen una tasa anual de crecimiento del 8,2%, con un volumen de mercado de 2.922.095 millones de euros para 2024. Además, indica que en 2024 las compras digitales serán el 60,3% (ahora son el 46,6%).
Los hábitos de consumo han cambiado rápidamente y aunque las cifras son muy positivas para el e-commerce, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte sobre las consecuencias que tiene esta nueva forma de comprar para el medioambiente, debido a los problemas de sostenibilidad que suponen.
Según el informe de Greenpeace, las compras online pueden generar una menor huella de carbono que las compras tradicionales en tienda debido a una logística más eficiente. Sin embargo, el tipo de vehículo que se utiliza en el transporte, las malas prácticas y otra serie de consideraciones, complica el impacto ambiental por el comercio electrónico.
EL IMPACTO DE LAS COMPRAS ONLINE
Comprar cuando quieras y desde cualquier lugar, tiene sus consecuencias. A continuación, exponemos algunas de ellas.
1. Emisiones contaminantes
Los productos que adquirimos en las compras online necesitan ser transportados hasta llegar a nuestro domicilio. El avión, el barco y/o la furgoneta, hasta tenerlo en nuestras manos. Todos ellos producen emisiones de CO2 y otros contaminantes, como el NOx o las partículas finas.
2. Los envíos inmediatos
Algunas empresas tienen la opción de envío inmediato, incluso para repartir en el mismo día. En estos casos prima la rapidez y cumplir con el plazo de entrega, por eso muchas veces el reparto se hace con el vehículo sin llegar a estar con la carga completa. Acaban circulando más vehículos sin estar optimizada la carga, dejando una enorme huella de carbono. De hecho, la entrega rápida requiere tres veces más energía que la entrega tradicional.
3. Exceso de residuos
Los envases de cartón, los plásticos, los papeles que envuelven el producto de las compras online y otros materiales que se usan, como el embalaje, acaban siendo residuos. Según un informe publicado por Greenpeace China, Break Free from Plastic y la Federación de Medio Ambiente China, en 2019 los materiales de embalaje alcanzaron los 9,4 millones de toneladas. Además, se añade que muchas veces estos mismos materiales no se aprovechan para las devoluciones, se compra de nuevo, generando más residuos.
4. Packaging
Además del embalaje, algunas empresas suelen introducir en las compras online, elementos decorativos o llamativos para representar a su marca y que resulte más atractivo para el consumidor o consumidora. Las marcas también utilizan esta estrategia por si es compartido por redes sociales. Todos estos materiales añaden otros materiales al pedido que acaban generando más basura.
5. Las devoluciones
Una facilidad que nos proporcionan las empresas con las compras online son las devoluciones gratuitas que, aunque no suponga coste alguno para la persona que consume, no es gratis para el medioambiente. Implica otro viaje en vehículo para recoger y/o llevar el pedido de vuelta al almacén, además de producir más residuo (en el caso de no aprovechar el mismo con el que lo has recibido).
COMPRAS ONLINE MÁS RESPONSABLES
Por parte de las empresas
Mejoras en las políticas de embalaje y envío:
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- Tamaños más ajustados, adaptados al contenido.
- Que no contengan materiales innecesarios.
- Que contenga relleno solo cuando sea necesario, como en los productos frágiles.
- Que todos los materiales sean fácilmente reciclables.
Repartos más optimizados:
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- Agrupar los pedidos por destinos.
- Vehículos con la carga completa y no a medias.
- Habilitar puntos de recogida.
- Entregas en medios sostenibles siempre que sea posible.
Por parte de los consumidores y las consumidoras
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- Evitar las compras online compulsivas.
- Si se puede, priorizar la compra local.
- Responsabilizarse de que el pedido lo recoja alguien y no sea una entrega fallida que implique otro viaje más.
- Dejar las entregas urgentes solamente para cuando de verdad lo sean.
- Evitar las devoluciones siempre que sea posible.
- Reutiliza el embalaje original para la devolución.