EL SÍNDROME BURNOUT O DESGASTE PROFESIONAL

El síndrome burnout

 

El síndrome burnout se traduce al español como el síndrome de desgaste profesional o, traducido literalmente como el “trabajador quemado”. Se refiere a la cronificación del estrés laboral que incluye fatiga crónica física y mental, alteración de la personalidad y de la autoestima, llegando incluso a la ineficacia en el trabajo y la incapacidad de desarrollar tareas profesionales.

El síndrome burnout se refiere exclusivamente a la actitud en el desempeño laboral y debe diferenciarse de la depresión clínica que afecta en otras áreas de la vida. Este síndrome no ocurre de un día a otro. Es un proceso en el que progresivamente el trabajador o la trabajadora, padece una pérdida de interés por las funciones que realiza, sintiendo desmotivación, agotamiento, despersonalización y acrecienta una reacción psicológica negativa hacia su empleo.

La principal diferencia entre el estrés y el síndrome burnout, según explica el profesor del Máster de Prevención de Riesgos Laborales de la UNIR, es que el estrés muchas veces es positivo ya que, en ocasiones, nos permite ser más efectivos/as, reaccionar rápidamente, rendir mejor, etc. En cambio, en el síndrome burnout es siempre negativo. Normalmente, el origen suele estar en una exigencia excesiva provocada por un desajuste entre la demanda de trabajo y las capacidades reales de una persona y sus recursos.

ORÍGEN DEL TÉRMINO SÍNDROME DE BURNOUT 

El término síndrome de burnout aparece en la literatura mundial a mitad de los años 70. Concretamente fue en 1974 cuando el psicólogo estadounidense Herbert Freudenberger, que trabajaba de voluntario en una clínica de Nueva York para toxicómanos, se percató que al cabo de entre uno y tres años la actitud de la mayoría de voluntarios/as cambiaba.

Como él, todas las personas empezaron con ilusión y entusiasmo, pero al cabo de un tiempo, experimentaron una pérdida de energía y de desmotivación de forma progresiva. Sentían una falta de interés por lo que hacían, incluso sentían que era un sinsentido su labor, llegando a agotarse, a sentir ansiedad y depresión.

Freudenberger lo llamó síndrome de burnout y desde entonces, el sector de la investigación ha aportado información acerca del concepto, detallando y añadiendo más información acerca del mismo. Desde entonces y hasta la fecha, existen muchos reportes del síndrome y la investigación en este campo es muy amplia. 

PRINCIPALES CAUSAS DEL SÍNDROME BURNOUT

Mala organización
Jornadas de trabajo muy largas que impiden conciliar
Sufrir mucha presión
Mal clima laboral prolongada
Monotonía laboral
Falta de expectativas laborales
Sensación de aislamiento en el lugar de trabajo
Ser víctima de acoso laboral
Expectativas personales muy altas
Características personales

SÍNTOMAS DEL SÍNDROME BURNOUT 

Agotamiento físico 

Con síntomas como la fatiga crónica, la pérdida de apetito o la ansiedad por comer, dolores musculares, problemas intestinales, cefaleas y migrañas, problemas en la piel, etc. 

Agotamiento mental 

El estrés y la ansiedad son los síntomas más frecuentes en el síndrome burnout y el propio síndrome los acrecenta. Como consecuencia, la depresión o el insomnio pueden ir de la mano al agotamiento mental. 

Desmotivación 

La sensación de no ser eficiente y de no hacer bien las tareas, acaban creando una insatisfacción general y desmotivación, generando una enorme frustración porque la persona no se siente realizada en su trabajo.

Descenso en la productividad laboral 

El síndrome burnout provoca que la persona que lo padece no pueda concentrarse, causando olvidos constantes y derivando a un abandono generalizado. Por esta razón, se genera un círculo vicioso en el que la persona no consigue volver a ser igual de productiva que antes y eso le hace sufrir. 

Despersonalización 

El trabajador o trabajadora con el síndrome de burnout cambia su comportamiento y personalidad. La apatía, el desapego y la irritabilidad, provocan que no sienta un compromiso ni con su empresa, ni con el equipo, afectando seriamente al entorno laboral.

Además de estos cinco síntomas, la baja autoestima, la poca o nula realización personal, el constante nerviosismo, la agresividad, el aburrimiento, incluso la taquicardia o la dificultad para comunicarse son manifestaciones muy frecuentes en este síndrome. 

CÓMO PREVENIR EL SÍNDROME BURNOUT 

La prevención es la mejor cura y la mejor forma de evitarlo, según el psicólogo Harry Levinson. Algunos consejos para disminuir el riesgo de padecer el síndrome burnout son: 

  • Respetar el horario de trabajo. Entrar y salir puntualmente. 
  • Una vez marchas del trabajo, despejar la mente de las funciones laborales. 
  • Ser consciente de tus capacidades y saber delegar.
  • Reservar un tiempo para uno/a mismo/a.
  • Cuidar los espacios reservados a las personas que quieres. 
  • Saber desconectar de los dispositivos tecnológicos.
  • Comunicarse con el entorno y saber escuchar.