La estabilidad emocional hace referencia al estado en el que una persona se mantiene en calma con sus emociones y determina la forma en la que una persona afronta y se enfrenta a los problemas y las situaciones complicadas de la vida. Es la capacidad de regular y no reprimir, los sentimientos. Esto nos ayuda a ser capaces de lidiar con las situaciones de un modo que no nos haga daño y que sea más favorable.
Que ocurran circunstancias negativas es natural y pueden surgir en nuestra vida cotidiana. Gracias a la estabilidad emocional el cómo nos afectan estas situaciones pueden no repercutir de manera excesiva en nosotros/as y consigue que no nos quedemos anclados/as solo en las emociones negativas.
Según el Instituto Europeo de Psicología las personas con estabilidad emocional comparten ciertas características:
- Experimentan emociones positivas y/o agradables y las disfrutan plenamente.
- Son capaces de reconocer y gestionar sus emociones.
- Viven en equilibrio emocional.
- Tienen una buena tolerancia a la frustración derivada de no alcanzar metas o como consecuencia de momentos de pérdida de control.
- Ante situaciones críticas, las personas con estabilidad emocional tienen más facilidad para concentrarse y no perder la atención.
- Tienen una mejor capacidad de autocontrol en momentos críticos.
- Son constantes, insistentes y perseverantes en sus objetivos y metas.
- Son menos vulnerables al estrés.
- Tienen más seguridad, autoestima y autoconfianza.
A la estabilidad emocional, según la psicología moderna, se le reconocen opuestos. El concepto de estabilidad emocional está presente en distintos ámbitos de la psicología y reconocen como contrarios el neuroticismo con características como la ansiedad, hostilidad, depresión o impulsividad.
CONSEJOS PARA UNA VIDA CON MÁS ESTABILIDAD EMOCIONAL
La psicóloga clínica Nicole LePera, ha compartido cinco consejos para poner en práctica en el día a día y hacer que nuestra vida sea más estable emocionalmente y sintamos mayor satisfacción y realización.
1. NO ASUMAS
Si no sabes por qué alguien hizo o no hizo algo, pregúntale. Muchas personas tendemos a crear historias en nuestras cabezas que raramente son verdad. Creemos que sabemos lo que piensan las otras personas, pero todo son suposiciones y pueden llevarnos a atacar, culpar y criticar. Además de hacernos sentir mucho dolor. Por lo tanto, la manera de dejar de suponer, es empezar a preguntar y comunicarnos desde un lugar más claro y transparente con los demás y con nosotros/as mismos/as.
2. EXPRESA TUS NECESIDADES Y EXPECTATIVAS
A veces esperamos que nos lean la mente, pero nadie entenderá lo que necesitamos si no lo decimos abiertamente. Esto lleva a una enorme frustración en todas nuestras relaciones. Definir lo que necesitamos o esperamos, de manera clara, abierta, honesta y con actitud asertiva, ayuda a que seamos más conscientes de lo que es posible y lo que no lo es, que toleremos mejor la frustración y que no nos hagamos daño juzgando la aparente “inactividad” de las personas de nuestro alrededor de las que esperamos algo.
3. APRENDE A DECIR “NO”
Siempre que puedas, di “no” a las cosas que te quitan energía, inspiración o que te distraen de tus prioridades. Decir que sí por no molestar, por creer que debemos llegar a todo o por otra razón, cuando en realidad no queremos o no nos hace bien, es un modo de autogenerarnos rabia, indefensión, tensión y auto-castigo, que se sumará a otras emociones acumuladas. Esto implica, a la larga, un gran daño psicológico a nosotros/as mismos/as. Por eso, decir “no” a todo aquello que no nos hace bien, es una manera de conseguir respetarnos, pero también de que te respeten y te valoren las demás personas.
4. DEDÍCATE TIEMPO
Dedica un tiempo a la semana para hacer algo que ames y que sea solo para ti. Es importante quedarnos a solas con nuestros pensamientos pero, en este consejo de dedicarnos tiempo, se refiere a emplearlo en algo que nos estimule y no tanto al autoconocimiento. En este punto la psicóloga Nicole LePera insiste en que para lograr la propia estabilidad emocional debemos trabajar el autocuidado. Indica la necesidad de priorizar, por lo menos una vez a la semana, una actividad que nos haga feliz y que nos conecte con nosotros/as a través de algo que nos haga ilusión.
5. RECHAZA LA CULTURA DE LA URGENCIA
La inmediatez es un fenómeno que se ha instaurado en nuestra cultura. Nos exigen todo “ahora y sin esperas” y llega un momento que acabamos exigiéndolo también nosotros/as. Todo esto nos lleva a una gran frustración e insensibilidad colectiva. Antes de responder automáticamente mails, mensajes o crisis ajenas, pregúntate si estás en un buen momento para hacerlo y si no, espera a estar listo/a.