El estreñimiento es una afección que se caracteriza por la disminución del número de deposiciones que afecta a niños y adultos. Si no se toman medidas, a la larga las consecuencias son muchas. Complicaciones anales como hemorroides o fisuras y dolor en el momento de ir de vientre, asimismo, con el estreñimiento es frecuente que exista un déficit de serotonina por lo que va acompañado de cansancio, apatía, incluso depresión.
IDENTIFICAR EL ESTREÑIMIENTO
El estreñimiento ocasional podríamos considerarlo como algo común, pero algunas personas lo padecen de forma crónica. Se considera estreñimiento agudo o transitorio cuando de forma puntual coincide con un viaje, modificaciones en la dieta, cuando se elimina la fibra (verduras y frutas), en periodos de inmovilidad o por efectos de algunos fármacos o enfermedades.
Según la Sociedad Catalana de Digestología, se considera que un paciente presenta estreñimiento cuando cumplen dos o más de los siguientes síntomas en más del 25% de las deposiciones:
- Vas menos de tres veces de vientre por semana
- Te cuesta defecar y haces un esfuerzo excesivo
- Tus heces son secas, grumosas o duras
- Tienes la sensación de evacuación incompleta
- A veces sientes dolor al ir al baño
- Necesidad de ayuda para hacer una deposición (masajes, lavativas, supositorios, etc.)
Si estos síntomas duran más de tres meses, entonces existe estreñimiento crónico.
CAUSAS DEL ESTREÑIMIENTO
El estreñimiento tiene causas muy distintas. Puede ser primario o secundario. Primario significa que es debido a un trastorno del funcionamiento del intestino y secundario, que se origina por otras enfermedades. Algunas de las causas principales son:
- Falta de fibra en la alimentación
- Malos hábitos dietéticos como la disminución de la ingesta de líquidos
- Consumo de fármacos que ralentizan la evacuación
- Cambios en la alimentación por un viaje
- Embarazo
- Enfermedad celíaca
- Falta de movilidad del colon
- Debilitamiento de la presión de la pared abdominal
- Síndrome del intestino irritable
- Uso excesivo de laxantes
- Lesiones del cerebro o la médula espinal
- Afecciones que afectan las hormonas
- Afecciones que afectan al metabolismo
PREVENIR EL ESTREÑIMIENTO
1. Realiza actividad física
El sedentarismo provoca que el intestino se ralentice, en cambio con la actividad física lo movilizas y facilitas la evacuación. Entrena tres veces por semana como mínimo o camina a diario unos 30 minutos.
2. Haz la cena 4 horas antes de ir a dormir
Para evitar el estreñimiento, se aconseja cenar ligero y unas 4 horas antes de ir a dormir. El motivo es que durante la noche se retrasa el vaciamiento estomacal, por lo que el tránsito intestinal es más lento.
3. Haz las comidas en el mismo horario
El cuerpo tiene un reloj. Acostumbrar a los intestinos a un horario, ayuda a prevenir el estreñimiento. Hacer las comidas a las mismas horas y masticar bien los alimentos, facilitará que vayas de vientre de forma regular.
4. Hidrátate
Un buen tránsito intestinal va de la mano de una buena hidratación, ya que el líquido lubrica los intestinos, humedece la comida y ablanda las heces. ¡Comienza el día con un gran vaso de agua!
5. No te aguantes las ganas de ir al baño
Si no vas al baño cuando el cuerpo te lo pide, estarás dando más tiempo para que tu organismo extraiga el agua de las heces, por lo tanto se endurecen y son más complicadas de evacuar. ¡Si tienes ganas de ir al baño, no te aguantes!
6. Añade prebióticos y probióticos
Se ha comprobado que, entre las personas que padecen estreñimiento y las que no, existen diferencias en la composición de la microbiota intestinal. Añadir prebióticos y probióticos a la dieta, mejora la microbiota y podría reducir el tiempo de tránsito intestinal y la frecuencia y consistencia de las deposiciones.