El término contaminación lumínica está causando polémica porque la comunidad no se pone de acuerdo con su definición.
Por un lado, se define como contaminación lumínica la luz artificial que degrada el ecosistema o el medio natural.
Por otra parte, hay quienes la definen como la emisión de luz artificial nocturna a una intensidad, dirección, rango espectral y horario inadecuado para poder realizar las actividades en la zona en la que están instaladas dichas luces.
La principal diferencia que tiene estas definiciones es que con la primera (es la definición científica) todas las luces nocturnas causan contaminación lumínica y con la segunda (es la definición usada en ingeniería) solo lo hacen aquellas que están instaladas de forma incorrecta.
En WellWo, te explicamos las posibles consecuencias, como se mide y sus posibles soluciones.
¿Cuáles son las consecuencias de la contaminación lumínica?
La sociedad aún no tiene suficiente conciencia sobre las consecuencias de este tipo de contaminación. Son muchas y pueden llegar a ser graves, por eso es tan importante que aprendamos cuáles son y qué podemos hacer para reducir su impacto. A continuación, os explicamos algunas de ellas:
- Se desperdicia mucha energía y se emiten gases CO2 (causantes del efecto invernadero)
- Afecta a los ecosistemas nocturnos, alternando la vida de los animales. Provoca cambios en el medioambiente y plagas, porque los animales se ven forzados a desplazarse a otros sitios donde pueden realizar su vida sin alteraciones.
- Puede afectar la salud de las personas.
- Dificulta el tráfico aéreo y marítimo, pero también dificulta el trabajo de los astrónomos porque les impide observar el cielo en las condiciones adecuadas. También a la gente que quiere observar las estrellas.
Las consecuencias de la contaminación lumínica no son solo donde se encuentra el foco de la luz, sino que se extiende hasta centenares de kilómetros.
¿Cómo se mide la contaminación a causa de la luz?
La intensidad de la luz se mide en magnitud entre arcosegundo al cuadrado (mag/arcsec2). Por ejemplo, una noche muy oscura tendrá como máximo 22 mag/arcsec2. Si hay la luz de la luna que ilumina el cielo, será de 18 mag/arcsec2. En las zonas donde se concentra la población puede ser de 17, es decir, 100 veces más luminoso. Imaginaos las consecuencias que tiene dormir bajo una luz 100 veces más potente de lo que debería ser.
En España, la Comunidad Valenciana es la que más contaminación lumínica tiene, Madrid, Murcia y Cantabria también tienen un problema con la luz nocturna.
Posibles soluciones para prevenir o reducir la contaminación lumínica:
De lo que se trata con estas medidas es de regular la instalación lumínica de las ciudades para que la luz se emita de forma eficiente. Evitando la contaminación y que iluminen lo que tengan que iluminar sin perjudicar el entorno.
- Enfocar la luz para que se dirija solo donde es necesaria y evitar que se disperse por encima del horizontal.
- Utilizar lámparas poco contaminantes y más eficientes. Como por ejemplo las VSBO (Vapor de Sodio a Baja Presión) o VSAP (Vapor de Sodio a Alta Presión), adaptando su potencia al uso que le vayamos a dar.
- Procura iluminar solo las zonas que necesitan ser iluminadas, que la luz vaya de arriba hacia abajo y que no se vaya de esa área.
- Ajusta el nivel de la potencia de la luz a los recomendados por organismos oficiales.
- Se debería regular el apagado de carteles luminosos ornamentales, de los monumentos y de las vallas publicitarias. Son una de las principales fuentes lumínicas contaminantes.
- También habría que prohibir el uso de cañones de luz, focos o todo aparato que emita luz directamente hacia el cielo.
- Apagar los carteles luminosos que no sean necesarios, bajar la intensidad de los mismos cuando haya menos actividad o poner en práctica el apagado selectivo.