Nos guste o no, el dinero existe y es la herramienta que nos permite intercambiar bienes y servicios desde que se consideró que era más eficiente que el trueque o el intercambio directo. Por lo tanto, revisar cuál es nuestra relación con el dinero es importante porque repercute en muchos aspectos de nuestra vida.
Entre otras cosas, cuando no tenemos una buena relación con el dinero podemos sufrir estrés financiero que surge a raíz de problemas económicos. Por desgracia, es muy común en la sociedad actual, especialmente en tiempos de incertidumbre económica o dificultades personales respecto al dinero.
Una mala relación con el dinero puede tener graves consecuencias en la salud física y mental de las personas. La ansiedad y la preocupación excesiva por el dinero, pueden provocar problemas de sueño, fatiga, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, de memoria y concentración, e incluso depresión. Además, afecta al comportamiento y la calidad de vida.
Es importante destacar que el estrés financiero puede afectar a cualquier persona, independientemente de su nivel de ingresos o riqueza. No es solo una cuestión de tener suficiente dinero, sino de sentirse seguro y cómodo con la propia situación financiera.
CÓMO DETECTAR SI TENEMOS UNA MALA RELACIÓN CON EL DINERO
Saberlo no siempre es fácil, porque cada persona tiene un contexto distinto. Aun así, existen algunos indicadores que nos pueden ayudar a detectar si estamos teniendo problemas financieros y si éstos están afectando a la relación que tenemos con el dinero:
Vivir al día
Si te encuentras viviendo al día y no puedes cubrir tus gastos básicos, es posible que tengas una mala relación con el dinero. Tener dificultades para pagar tus facturas es una señal de que no estás administrando tus finanzas de manera efectiva.
Deudas elevadas
Si tienes deudas acumuladas, especialmente aquellas que no te permiten pagarlas en su totalidad cada mes, es posible que tengas una mala relación con el dinero. Las deudas pueden ser un signo de un presupuesto inadecuado, gastos excesivos, pero también puede tratarse de estar recibiendo unos ingresos insuficientes.
No tener un presupuesto
Si no mides lo que puedes gastar es posible que no tengas una buena comprensión de tus ingresos y gastos. Un presupuesto te permite establecer metas financieras y priorizar tus gastos. Si no lo tienes, es posible que gastes dinero en cosas innecesarias o que no puedas ahorrar para emergencias o metas financieras a largo plazo.
No tener ahorros
No tenerlos o no poder permitirte cubrir gastos imprevistos, es posible que tengas una mala relación con el dinero. Tener un fondo de emergencia es importante para ayudarte a sobrellevar situaciones imprevistas, como la pérdida del empleo o una emergencia médica.
Sentir ansiedad o estrés por el dinero
¿Te sientes ansioso/a y/o estresado/a por el dinero? La ansiedad puede impedirte tomar buenas decisiones financieras o conducirte a tomar decisiones financieras impulsivas.
Comprar cosas que no necesitas o que no puedes permitirte
Puede ser un indicativo de tener una mala relación con el dinero ya que, las compras impulsivas pueden impedirte alcanzar tus metas financieras a largo plazo y contribuir a la acumulación de deudas.
¿CÓMO PODEMOS MEJORAR NUESTRA RELACIÓN CON EL DINERO?
1. Establecer un presupuesto
Te ayudará a controlar tus gastos y a planificar tus ingresos de manera efectiva. Es importante ser realista al establecer tu presupuesto y asegurarte de que esté equilibrado para que puedas ahorrar y disfrutar de tus ingresos.
2. Ahorrar para emergencias
Te permitirá estar preparado para cualquier eventualidad. El objetivo es tener al menos de tres a seis meses de gastos cubiertos en tu fondo de emergencia.
3. Evitar las deudas innecesarias
Como, por ejemplo, las de tarjetas de crédito o préstamos personales. Si decides utilizar una tarjeta de crédito, asegúrate de pagar el saldo completo cada mes para evitar cargos por intereses.
4. Reducir tus gastos
Es una de las mejores formas de ahorrar dinero. Analiza tus gastos y pregúntate si realmente necesitas lo que estás comprando. Busca maneras de reducir tus gastos sin sacrificar tu calidad de vida.
5. Invertir en ti mismo
Educación, habilidades y conocimientos. Te hace ser más consciente de lo que cuesta generar el dinero y lo gratificante que es cuando lo dedicas a algo que te hace bien y te llena.
6. No compararse con otras personas en términos de ingresos o gastos
Cada persona tiene su propia situación financiera y sus propios objetivos. Enfócate en tu propio progreso en lugar de compararte con los demás.
7. Aprender sobre finanzas personales
Desarrollar una comprensión sólida de cómo funciona el dinero. Hay muchas fuentes de información disponibles, como libros, cursos online y videos educativos.
8. Ser consciente de las emociones
El dinero puede generar muchas emociones, desde la ansiedad hasta la felicidad. Es importante ser consciente de ellas y entender cómo pueden influir en tus decisiones. Aprende a manejarlas de manera efectiva.
9. Ser agradecido/a
Aprender a apreciar tus ingresos, tus ahorros y tu calidad de vida. La gratitud te permitirá enfocarte en lo positivo y estar más motivado para seguir mejorando tu situación financiera.