6 CONSEJOS PARA EDUCAR EN EL RESPETO A LAS DIFERENCIAS

Educar en el respeto

 

Los niños y las niñas nacen sin prejuicios. A medida que crecen y observan su entorno, van moldeando su forma de pensar, adquieren valores y vinculan emociones a todo aquello que les rodea, incluido a las personas. Si nos fijamos, a los niños y las niñas en edades tempranas, no les importa la nacionalidad, el color de la piel o el idioma que hablen sus compañeros y compañeras de juegos. Los estereotipos y prejuicios en esa etapa de la vida, en parte, se transmiten desde los adultos. Enseñar a los hijos e hijas a ser tolerantes y aceptar a los demás mediante el respeto y el conocimiento, es una forma de ayudarles a tener una mente abierta y amable a la diferencia. Por eso, a continuación, queremos compartir algunos consejos para educar a los pequeños y pequeñas a respetar las diferencias. 

6 CONSEJOS PARA EDUCAR EN EL RESPETO A LA DIFERENCIA

  1. Recordar que son esponjas

    A veces, los adultos pensamos que los niños y las niñas no se dan cuenta de lo que ocurre a su alrededor hasta que no tienen más edad para entender de qué hablamos realmente. Pero aunque no comprendan las cosas desde la visión de adulto, sí lo hacen desde su perspectiva y son plenamente conscientes de lo que ocurre. Nos observan, nos escuchan, perciben cómo nos sentimos y cuándo mentimos. Presta atención y ten cuenta tu propia actitud cuando te relaciones con las demás personas. Eres un ejemplo para los pequeños.

  2. Educar en el respeto

    Que nosotros mismos mostremos respeto a los demás, es una forma de educar a nuestros hijos e hijas en eso mismo. Cuanto antes les enseñemos y trabajemos en dar valor a las personas y a abrazar las diferencias, mejor será para su futuro. Si empiezan a valorar y a tratar con cariño a sus amigos y amigas, les será más sencillo desarrollar la capacidad de respetar a los demás, a uno mismo y al mundo que les rodea, independientemente de cómo sean. Si, por ejemplo, ven en nosotros una actitud de respeto hacia las personas mayores o hacia aquellas que sufren alguna enfermedad, entenderán que es natural tratar con amabilidad.

  3. No fomentar los estereotipos

    Una forma de educar a nuestros hijos e hijas en el respeto y la tolerancia hacia los demás, es enseñándoles que no hay nada negativo por ser diferente. Evitar caer en estereotipos, en comentarios o actuaciones de discriminación hacia otras personas por diferencia de raza o género. Si presencian alguna situación en la que se evidencia la falta de aceptación a alguien fuera de la norma, hacer como que no ha pasado nada, no es la mejor manera de promover el respeto. Explícales por qué no está bien y diles por qué es necesario aprender a aceptar a las personas tal y como son.

  4. Hablar y escuchar

    Los niños y las niñas son naturalmente muy curiosos. Aprovecha para charlar con ellos sobre la tolerancia, la discriminación, los estereotipos, la multiculturalidad… Los adultos, muchas veces, tenemos la mala costumbre de no hablar con los pequeños acerca de temas importantes, pero adaptando las palabras y los argumentos acordes con su edad, podemos tratar cualquier tema con ellos por complejo que parezca. Escucha sus comentarios y contesta a sus preguntas de manera amable y respetuosa, enseñándoles que se puede discutir de las diferencias mientras se haga con respeto.

  5. Educación y referentes

    La cultura nos ofrece numerosas opciones de acercar a nuestros hijos e hijas el valor de la tolerancia y el respeto a la diferencia. Libros, películas, canciones… un sinfín de posibilidades que dan lugar a ayudarles a detectar y hablar sobre los estereotipos, de prestar atención a lo que nos une, en lugar de centrarnos en la diferencia. Infórmate sobre la oferta cultural de tu pueblo y ciudad y comparte con los más pequeños diferentes actividades culturales o festivales étnicos. Viajar, probar comidas de otros países o pasear por barrios distintos al suyo, es una forma de promover la tolerancia a través de la cultura.

  6. Atención con la tecnología

    Actualmente, los niños y las niñas nacen en un entorno digital y se exponen a recibir información por diversos canales ya sea la televisión, Internet o las redes sociales. Pueden recibir mensajes muy positivos pero, por desgracia, también los hay llenos de odio e intolerancia hacia la diversidad. Prohibir no es una solución que se pueda mantener con el tiempo y que puede jugar a la contra, por lo que proponemos que los padres y las madres enseñan a usar estas herramientas para que aprendan a saber diferenciar la discriminación de la tolerancia. Además, escuchar opiniones distintas, aunque no las compartan, es una forma de enseñarles a integrarse con el entorno, al respeto por las ideas distintas y fomenta el pensamiento crítico.

Está en nuestra mano la educación, no solo de nuestros hijos e hijas, si no de los niños y las niñas que conviven a nuestro alrededor. Recuerda que los adultos somos un ejemplo y que los valores empiezan en casa.