Todos hemos oído hablar del gluten y que hay ciertas personas que por prescripción médica no pueden comer (se calcula que es en torno al 1% de la población mundial). Pero hay aún muchas incógnitas en torno a este tema. Lo que nos hace no acabar de entender el concepto global y qué es lo que hace en nuestro cuerpo.
Hoy vamos a responder a todas vuestras preguntas. Es importante tenerlo claro porque seguramente conozcáis alguien que no pueda comer alimentos que lo contengan Quizá vosotros mismos tengáis una intolerancia con este ingrediente y el médico os ha recomendado eliminarlo de vuestra dieta.
El gluten es una proteína (más exactamente una glucoproteína), que a su vez también está formada por otras dos glucoproteínas, la gliadina y la gluteina. Esta proteína se encuentra en los cereales: trigo, cebada, centeno, avena, espelta, kamut o el triticale (la mezcla del trigo y el centeno).
Su función principal es la de unificar y de aportar elasticidad a la harina, por eso se usa tanto en repostería y en la cocina en general, para obtener productos con más consistencia, volumen, elasticidad y esponjosidad.
Nuestro organismo la digiere y sintetiza como con cualquier otra proteína, sin embargo, algunas personas tienen problemas para hacerlo y les causa problemas de salud.
Hay varios grados en los que esta glucoproteína puede afectar a las personas, causando más o menos problemas de salud. Cada nivel recibe un nombre, como intolerancia o celiaquía. Por lo tanto, estas personas deben evitar la ingesta de los alimentos que contenga gluten para que no les provoque reacciones nocivas para su salud.
Lo que muchos no sabemos es cómo afecta el gluten a nuestro organismo y cómo llegamos a desarrollar la intolerancia a esta glucoproteína.
Posibles efectos del gluten en nuestro cuerpo:
A pesar de ser una proteína muy nutritiva y con grandes beneficios, puede resultar indigesta para algunas personas. Esto ocurre cuando nuestro organismo no tiene las enzimas que se necesitan para digerir completamente.
Cuando esto ocurre, los trozos diminutos que no han sido digeridos, son los que causan los problemas de salud. Una persona sana no nota malestar cuando come alimentos que contienen esta proteína, quizá una pequeña molestia después de la digestión. Pero las personas que no son capaces de digerirlo por completo pueden desarrollar problemas autoinmunes (la enfermedad celíaca), alergias (como con cualquier otro elemento) o de sensibilidad. Estos son los diferentes grados que os hemos mencionado anteriormente ordenados de más a menos peligrosos para el que tiene problemas en digerirlo.
Si bien en los tres casos se debe evitar el consumo de esta glucoproteína, en caso de ingesta accidental, los primeros tendrán mayores reacciones y problemas de salud en consecuencia de dicha ingesta accidental.
La principal reacción del organismo de las personas celíacas al intentar digerir esta proteína es la inflamación. También el deterioro de la mucosa del intestino delgado. Las vellosidades del intestino ayudan a absorber macro y micronutrientes, si se deterioran a causa del consumo de gluten, se pierde capacidad de absorción de nichos nutrientes.
Algunos de los síntomas que desarrollan las personas alérgicas son: vómitos, diarrea, dolor abdominal, sarpullidos o tos. Cabe destacar que esta es una respuesta autoinmune inmediata, es decir estos síntomas aparecerán de inmediato tras haber ingerido la glucoproteína.
Las personas sensibles pueden tener síntomas de ambas condiciones por lo que su diagnóstico es más complicado.
En caso de notar alguno de estos síntomas o malestar físico después de comer, es muy importante acudir a un centro de salud para que nos den el tratamiento adecuado. Como hemos visto, son problemas de salud reales que necesitan de cuidados específicos para que no deriven en problemas mayores.
Para evitar que esto pase, ya que el gluten está presente en muchos alimentos y productos, se aconseja a los fabricantes que indiquen de forma clara en el embalaje de sus productos si contienen esta proteína. En los restaurantes y tiendas de alimentación es recomendable preguntar la lista de ingredientes de los platos que se van a consumir. En caso de duda, es mejor optar por otro plato del cual estemos seguros al 100 % que no tiene trazas de este ingrediente.
Si tenéis más dudas al respecto del gluten podéis consultarlas con vuestro médico de cabecera. Él os dará los mejores consejos según vuestro estado de salud y os ayudará a llevar una dieta sana sin esta glucoproteína.