Durante mucho tiempo se creyó que el huevo no era un alimento saludable porque aumentaba el colesterol y las recomendaciones oficiales respecto a la frecuencia de su consumo, han ido cambiando en las últimas décadas. Pero en base a la evidencia científica actual, podemos desmentir la mala fama que tuvo este alimento y ensalzar lo beneficioso que es para la salud.
EL ORIGEN DE LA MALA FAMA DEL HUEVO
En los años 70 el epidemiólogo Ancel Keys, el cual sospechaba que existía una relación entre la cantidad de grasa y calorías consumidas con los ataques al corazón, realizó el estudio de los siete países. En este trabajo analizó entre la población de diferentes países, los factores de riesgo que indican la frecuencia de la cardiopatía coronaria y la influencia de la dieta y del sobrepeso.
Fue en este análisis donde llegaron a la conclusión que los países que seguían una dieta rica en grasas saturadas, tenían unas cifras más elevadas de colesterol en sangre y de mortalidad coronaria. Esta información fue aceptada por la comunidad científica y trasladada a toda la sociedad. Es por eso que, como el huevo aporta al organismo unos 200 miligramos de colesterol, los médicos recomendaban consumir un máximo de tres huevos a la semana.
Pero se trata de una creencia errónea que ya intentaron demostrar otras investigaciones sin éxito por la falta de repercusión. La revista JAMA publicó un estudio en 1999 demostrando que un huevo diario no supone un riesgo. En el año 2000, la Asociación Americana del Corazón divulgó unas guías prácticas que afirmaban que el colesterol del huevo no supone un peligro para la salud. En 2013 otro estudio desmontó el mito del huevo, también en 2016, entre algunos de los muchos trabajos que se han realizado al respecto.
A partir del 2000, la demonización del huevo empezó a caer y la idea de que, si dentro de nuestra dieta tomamos alimentos ricos en colesterol, los niveles de colesterol del organismo también aumentarán. Aunque hoy todavía existen detractores, hay un acuerdo generalizado entre la comunidad científica, en que se puede consumir siete huevos a la semana con total seguridad sin poner en riesgo la salud.
EL HUEVO Y EL COLESTEROL
Como explicamos en el anterior apartado, se creía que el consumo de huevos está ligado a un aumento considerable de colesterol en sangre, pero lo cierto es que los alimentos responsables del aumento de colesterol sanguíneo son las grasas saturadas y las grasas trans. Por eso, tras analizar concretamente los mecanismos de absorción y producción de este tipo de grasa, se ha llegado a la conclusión de que el huevo es más beneficioso que insano.
Según explica Emilio Ros, de la Unidad de Lípidos de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico de Barcelona, “el huevo aumenta el colesterol malo (LDL), pero eleva más el bueno (HDL), por lo que no afecta a que exista un riesgo cardiovascular. Además, se ha visto que tienen gran cantidad de nutrientes saludables como proteínas de alto valor biológico, ácidos grasos monoinsaturados y vitaminas A, B2, B6, B12, D y E, capaces de contrarrestar el posible riesgo de sus componentes nocivos”.
¿Cuándo el huevo se vuelve perjudicial? Al cocinarlo siempre frito con margarinas y aceites de mala calidad y cuando se acompaña de otros alimentos cocinados con frituras. Intenta prepararlo con aceite de oliva virgen extra. También puedes consumirlos cocidos, en tortilla, hervidos, revueltos, a la plancha… De los 215 mg de colesterol de la yema sólo se absorbe el 15%, pero recuerda que aumentará dependiendo de la manera en la que los cocines.
BENEFICIOS DEL HUEVO
– Mejora el equilibrio del colesterol
– Tiene muchas propiedades y pocas calorías
– Aporta grasas buenas
– Beneficia a los músculos
– Ricos en vitaminas y ácido fólico
– Fuente de minerales: zinc, fósforo, hierro y selenio
– Favorece a la producción de triptófano
CONSUMO DEL HUEVO CON SEGURIDAD
En la compra
Observa la cáscara de los huevos y comprueba que no estén rotas ni agrietadas.
¿Qué significa el código impreso?
El primer número indica la forma en la que se han criado las gallinas que han puesto esos huevos. El 3, en jaulas; el 2, en el suelo de un gallinero; el 1 en libertad y el 0 quiere decir que son gallinas en libertad alimentadas con piensos ecológicos.
En la cocina
No rompas el huevo en el recipiente en el que vayas a cocinarlo o batirlo, porque las bacterias de la cáscara se pueden transferir.
Para saber si es fresco: Al romperlo, la yema debe estar centrada en la clara como muestra de que tiene unas buenas estructuras que la sostienen, sin pérdida de elasticidad.
Otra forma de averiguar si el huevo es fresco, es introducirlo en un recipiente con agua. Si flota, el huevo no es fresco y se recomienda no consumirlo.
En algunos huevos, la fecha está impresa en la cáscara, pero en la nevera aguantan más tiempo, unos 28 días aproximadamente.