La palabra core proviene del inglés y se traduce al español como “centro” o “núcleo”. Este término se utilizó por primera vez en el libro “Total Body Training” por Richard H. Domínguez y Robert S. Gajda. Se trata de un concepto que comprende la integración de tres sistemas anatómicos que usados en conjunto garantizan la realización de tareas de forma eficaz y segura, proporcionando estabilidad al cuerpo y control del movimiento. Su principal función es la de estabilizar la región lumbo-pélvica.
El core engloba los músculos situados en la parte central del cuerpo: abdominales, lumbares, pelvis, glúteos y la musculatura de la columna. Incluye los 29 músculos que dan estabilidad a la columna vertebral, la zona abdominal, la espalda, la parte posterior y anterior de la cadera, el suelo pélvico y el diafragma. Sería como una caja que coloca en la parte delantera a los abdominales, en la parte posterior a la columna y los glúteos, al diafragma en el techo y, por último, el suelo pélvico y la cadera en el suelo.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL CORE?
Cada grupo muscular del core tiene unas funciones que otorgan a todo el sistema musculoesquelético de salud:
Los abdominales ayudan a tener una correcta respiración, además de proteger los órganos internos y dar apoyo a la postura de todo el cuerpo.
Los músculos de la cadena mantienen estable toda la musculatura, permitiendo que podamos realizar desde los movimientos más básicos hasta los más complejos.
Por último, los músculos de la espalda baja, proporcionan una postura adecuada de todo el cuerpo.
Fortalecer el core no solamente aporta un valor estético. La razón de peso por la cual es fundamental entrenar esta parte del cuerpo y mantenerla fuerte es porque:
Ofrece estabilidad
Mejora la estructura corporal, controla la posición y el movimiento del tronco sobre la pelvis. Un core fuerte estabiliza las zonas del cuerpo y facilita la producción, la transferencia y el control de las fuerzas que ejercemos.
Mejora la postura
Un core fuerte evita el arqueo del cuello y otras tendencias negativas que inducen a tener una mala postura y que deriva en problemas que pueden ser graves para la salud.
Aumenta la resistencia
Todos los músculos grandes del cuerpo están unidos a la columna o a la pelvis, por esta razón, un core fuerte influye en que los movimientos que realizamos sean más eficientes y a que la energía se genere y se distribuya de forma más eficaz.
Mejora el rendimiento físico
Ejercitar el core no solo tonifica los abdominales, también es esencial para ganar equilibrio. Y es que, el core se utiliza en todos los movimientos que realizamos y proporciona una base sólida para cualquier actividad deportiva.
Ayuda a prevenir lesiones
Amortigua los impactos, disminuyendo la fuerza que reciben los músculos. Un core fuerte, como ayuda a la estabilidad y el equilibrio, disminuye el efecto del impacto sobre los huesos y las articulaciones, disminuyendo los dolores y el riesgo a sufrir lesiones.
Reducen el dolor lumbar y la rigidez
Si entrenamos el core y lo fortalecemos evitaremos sentir dolor en la parte baja de la espalda y sufrir rigidez.
8 EJERCICIOS PARA FORTALECER EL CORE
Como has podido ver líneas anteriores, fortalecer el core es sinónimo de salud y trabajarlo es una forma de garantizarnos una buena salud musculoesquelética. Disciplinas como el yoga, el pilates o la gimnasia hipopresiva, que puedes encontrar en tu plataforma de salud laboral, trabajan toda la musculatura del core, incluso los músculos profundos de la espalda. Además, existen ciertos ejercicios que son muy útiles para fortalecer el core.
Algunos de los más efectivos son:
- Diferentes tipos de planchas
- Diferentes tipos de abdominales
- El nadador
- El superman
- El escalador
- El puente
- La rotación de la columna
- El ejercicio del pájaro-perro