Todos hemos sufrido dolor de espalda alguna vez, de hecho hay estudios que dicen que el 80% de las personas han sufrido o sufrirán algún tipo de molestia en esta zona.
El dolor de espalda se manifiesta de distintas formas en cada persona. Algunos notan un pinchazo fuerte en las lumbares, otros notan una pequeña molestia constante o incluso pueden notar dolor de forma intermitente.
Este dolor puede desaparecer de la misma forma en la que ha aparecido, de forma repentina. También puede durar varios días o ser un dolor crónico (que es aquel que dura más de tres meses).
Las dolencias más comunes son: la lumbalgia (suele ser la más frecuente), la dorsalgia y la cervicalgia. La primera se manifiesta entre la parte final de las costillas y al principio de los muslos. La dorsalgia está ligada al dolor de la columna vertebral y la cervicalgia es el dolor en las cervicales, no es tan frecuente como los anteriores, pero causa un dolor muy agudo.
Al tratarse de un dolor que cada persona nota de una forma distinta, a veces es difícil de diagnosticar. Entre los síntomas generales que podemos notar, encontramos: incomodidad muscular, dolor punzante, dolor que nos limita la flexibilidad y el movimiento. También podemos tener una sensación de hormigueo o de ardor muscular. Sentir dolor en las piernas, caderas o las plantas de los pies o incluso debilidad en piernas y pies al andar.
¿Cuál es la causa de mi dolor de espalda?
Es importante saber la causa del dolor para poder tratarlo debidamente. El dolor en la parte baja de la espalda suele aparecer tras inclinarse o levantarse de forma incorrecta, coger objetos demasiado pesados o cogerlos de la forma que no toca, al hacer gestos de empujar y tirar.
También puede aparecer tras conducir muchas horas o estar sentado con la columna encorvada de forma continuada. Lo que muchos no saben es que suelen ser actividades que hacemos en nuestra vida cotidiana o en el trabajo.
En cambio, el origen del dolor en la parte alta de la espalda suele ser debido a una sobrecarga. También por hacer movimientos repetitivos (que hacemos en nuestro día a día sin darnos cuenta). O por una lesión al practicar deporte o a un accidente (el latigazo cervical).
El dolor por causas médicas también es frecuente, causa sobre todo dorsalgia. Aunque también puede causar dolor en otras zonas de la espalda. Lo causan, por ejemplo, la artrosis, la escoliosis, la artritis reumatoide, fracturas en las vértebras, hernia discal o el sobrepeso.
Consejos para prevenir el dolor y su tratamiento
La mejor manera de prevenir los dolores de espalda, es cuidar de ésta. Y la mejor manera de poder hacerlo es a través de ejercicios específicos de higiene postural enfocados a fortalecer toda esta zona de nuestro cuerpo y a saber que posturas debemos adoptar en nuestro día a día. Es por eso que te damos unos ejemplos:
Para evitar el dolor de espalda nosotros aconsejamos distribuir el peso entre los dos brazos cuando cojamos un objeto pesado. Agacharse con la espalda recta, doblando las rodillas y contrayendo el abdomen, nos ayudará a prevenir lesiones.
Si estamos muchas horas sentados, procuraremos levantarnos cada cierto tiempo para estirar la espalda y así de esta forma aliviar la tensión muscular. Seguir una dieta sana, equilibrada e hidratarnos correctamente para mantener un peso adecuado, con el fin de que nuestra espalda no tenga que soportar más del peso recomendado, también nos ayudará mucho a tener una “Espalda Sana”
Pero al contrario, si tenemos dolor en esta zona del cuerpo, podríamos hacer lo siguiente. En la farmacia pueden aconsejarnos medicamentos o pomadas sin receta para tratar las molestias. Pero, si se trata de un dolor prolongado o muy agudo lo mejor es acudir al médico especialista. Él nos dará un diagnóstico de la problemática que podemos tener y así poder darnos el mejor tratamiento posible.
¡Así, que si lo que queremos es evitar ir al médico, la mejor forma es prevenir la causa!