QUÉ ES EL SISTEMA INMUNITARIO DEPRIMIDO Y CÓMO AUMENTAR LAS DEFENSAS

sistema inmunitario

El sistema inmunitario es una compleja red de células, tejidos y órganos; la defensa natural de nuestro cuerpo contra todos los virus, bacterias o infecciones. El sistema inmunitario está compuesto por la piel, las membranas mucosas que revisten algunos órganos y cavidades corporales, los glóbulos blancos, los órganos y tejidos del sistema linfático como el timo, el bazo, las amígdalas, los ganglios linfáticos, los vasos linfáticos y la médula ósea.

Cuando el sistema linfático considera que existe un antígeno, es decir, una sustancia dañina o extraña, el sistema tiene una respuesta inmune y lo ataca. En esta respuesta se producen anticuerpos, los cuales tienen la función de atacar, debilitar y destruir estos antígenos. Además de proteger nuestro organismo en el momento en el que detecta un cuerpo extraño nuevo, el sistema inmunitario tiene memoria y es capaz de recordar “al enemigo” y, si vuelve a identificarlo en el cuerpo, lo reconoce y actúa rápidamente, enviando los anticuerpos necesarios para atacar. 

Un sistema inmunitario deprimido es aquel que se encuentra menos activo de lo normal y es más susceptible a infecciones por lo que, una persona con esta afección contrae infecciones con más frecuencia que el resto. Las infecciones que se suelen tener con un sistema inmunitario débil incluyen la neumonía, bronquitis, meningitis, infecciones de la piel, trastornos autoinmunes, inflamación de los órganos internos, trastornos en la sangre, etc. A veces, las personas con estas características, tardan mucho tiempo en darse cuenta de que lo padecen, teniendo enfermedades inflamatorias intestinales o infecciones urinarias que pasan por alto, hasta que son tratadas y es cuando identifican un sistema inmunitario deprimido. 

Necesidades del sistema inmunitario para funcionar correctamente  

Para que el sistema inmunitario trabaje correctamente es necesario aumentar las defensas del organismo a través de unos buenos hábitos saludables y alimenticios. Las recomendaciones para mejorar la capacidad del sistema inmunitario y hacer frente a las agresiones externas, son:

  • Llevar una correcta higiene personal
  • Evitar el sedentarismo 
  • Seguir una dieta equilibrada
  • Mantener un peso saludable 
  • Controlar y tener una buena gestión del estrés
  • Dormir entre 7-8 horas/día
  • La vacunación
  • Lactancia materna
  • Evitar el alcoholismo
  • Evitar el tabaco 
  • Buena higiene alimentaria 
  • Buena exposición al sol diaria 
  • Consumo de probióticos 

Los nutrientes implicados en un buen sistema inmunitario

Existen una serie de vitaminas y minerales que tienen una relación directa con un buen mantenimiento del sistema inmunitario. A continuación te las nombramos una a una y te proponemos las fuentes donde encontrarlas. 

VITAMINA C

Aumenta la producción de interferón que es especialmente antivírica. Además, la vitamina C es necesaria para formar colágeno, el cual contribuye al mantenimiento de las barreras naturales contra las infecciones.

Fuente: Pimiento rojo, perejil, brócoli, kiwi, hinojo, fresas, caqui, papaya, guayaba, grosella, coles de Bruselas, col rizada o kale. 

VITAMINA E

Esta vitamina aumenta la respuesta inmunológica y está demostrado que, en personas con el sistema inmunitario deprimido, ayuda de forma notable a aumentar la respuesta inmunológica en estos casos.

Fuente: Aceite de germen de trigo, cereales de grano entero, aceite de oliva virgen extra primera prensión en frío, vegetales de hoja verde, frutos secos, semillas de girasol. 

VITAMINA D 

Tiene efectos antiinflamatorios, previene de infecciones, permite el mantenimiento de la mucosa intestinal, entre otras funciones y, además, estimula los macrófagos que son los soldados de primera línea del sistema inmunitario.

Fuente: La mejor manera de obtener vitamina D es la exposición solar durante 15 minutos. 

Pero algunos alimentos ricos en esta vitamina son: Aguacate, pescado azul, huevo, champiñones, crustáceos y moluscos. 

VITAMINA A 

Juega un papel esencial en las infecciones y en el mantenimiento de las mucosas, que son las barreras naturales contra las infecciones.

Fuente: Zanahorias, boniato, hígado de cerdo, espinacas, tomate, lácteos, angulas, huevos. 

COMPLEJO VITAMINAS B 

En especial atención en la B6 y la B12. La carencia de estas vitaminas suprime la respuesta del sistema inmune, provocando que disminuyan los anticuerpos.

Fuente: Todos los alimentos de origen vegetal frescos, frutos secos, cereales, legumbres, vísceras, pescado, marisco, huevos y lácteos.

FLAVONOIDES 

Estos antioxidantes naturales, están presentes en numerosos vegetales y su función es potenciar la acción de la vitamina C y tienen características antiinflamatorias.

Fuente: Verduras de la familia de la col, verdura de hoja verde, frutas de color rojo, frutas de color morado, cítricos.

HIERRO

Este mineral es esencial para la proliferación y la maduración de las células inmunitarias. Su déficit provoca una menor respuesta inmunológica frente a agentes externos.

Fuente: Huevos, hígado, pescado, espinacas, orejones, legumbres, semillas de calabaza, quinoa, carne roja. 

ZINC 

Si el Zinc disminuye en el organismo, baja también el número de células mediadoras en las funciones inmunes, afectando principalmente en los órganos linfoides.

Fuente: Mariscos, hígado, semilla de calabaza, quesos curados, legumbres, frutos secos, cereales enteros, pescados, huevos y lácteos.

SELENIO

Es primordial para conseguir una respuesta inmunitaria correcta. El déficit de selenio, disminuye la actividad bactericida y la de los anticuerpos frente a ciertos tóxicos y el desarrollo de linfocitos.

Fuente: Carne, hortalizas y verduras, pescado, mariscos, cereales, huevo, ajo, champiñón, granos de cereales integrales, levadura de cerveza, germen de trigo.