¿CÓMO FOMENTAR LA COHESIÓN GRUPAL EN LAS EMPRESAS?

Cohesión grupal

¿Sabías que la cohesión grupal es uno de los pilares fundamentales de la empresa? Es muy importante comprender cómo funciona el grupo, la influencia que tiene sobre los trabajadores y las posibles consecuencias para que pueda ser una herramienta útil para la empresa.

En este artículo os vamos a detallar de qué se trata y cómo lo podéis poner en práctica.

¿Qué es un grupo de personas?

Aunque no lo parezca, un grupo tiene una estructura, genera influencia, prestigio y nos diferencia del resto. Todo esto se basa en la repartición de roles, cada persona tiene su puesto, se deben seguir unas normas y debe haber una cohesión de equipo, si no, no funcionaria correctamente. Puede que este último elemento no sepas a qué hace referencia exactamente pero es el que más peso tiene pues es el que conecta todos los elementos que forman el grupo.

Lo que hace que podamos llamar a un determinado número de personas grupo es que todos tienen la necesidad de compartir una idea, una estructura y que son interdependientes. Dependiendo de lo grandes que sean, la cohesión del equipo será mayor o menor.

En definitiva, podemos definir la cohesión grupal como el pegamento o unión de un grupo de personas. No siempre se trata del mismo tipo de cohesión, las podemos clasificar, en:



Tipos de cohesión grupal:


Por atracción personal: se basa en la interdependencia, que es una fuerza que une a los miembros de un grupo porque tienen el mismo interés y atractivo. La encontramos entre amigos o compañeros de colegio.

Por metas: se da cuando permanecemos en un grupo porque pensamos que nos facilitará el logro de nuestros objetivos. En la mayoría de casos, creemos que nos sería muy difíciles de lograr si no perteneciéramos al grupo. Por lo tanto, permanecemos en el grupo siempre y cuando tengamos alguna tarea pendiente o interés. Este tipo de conexión la encontramos en el trabajo.

Por atracción grupal: en los casos anteriores hemos visto que la cohesión grupal se da porque hay un interés o porque las personas nos resultan atractivas. Pero en este caso no es así, aquí lo que cohesiona el grupo es el agrado por cómo está organizado, por lo que se hace en el grupo o simplemente porque uno quiere pertenecer en él. También se da en empresas en las que queremos trabajar, en ONG, asociaciones, etc.



Pero, ¿qué pasa en las empresas?



Hoy en día todo cambia y evoluciona tan rápido que a veces las empresas dejan de lado la psicología individual y grupal para dar más importancia a temas más grandes que se cree que aportan más beneficios.

En este sentido, los jefes de empresa quieren sacar el máximo rendimiento de sus empleados. Pero a veces no utilizan las herramientas adecuadas para que esto suceda. Como es el caso de la cohesión grupal. Si se lleva a cabo correctamente se conseguirán mayores y mejores resultados, pero a veces ellos no son conscientes de este hecho o no saben cómo ponerlo en práctica.
Si bien es cierto que los trabajadores de una empresa pueden hacer sus tareas y obtener buenos resultados a pesar de la mala organización y las prisas típicas de toda empresa. Lo interesante es aprender cómo motivar. Hacer que los empleados trabajen en un entorno que les ayude a cumplir sus objetivos y que tengan una conexión para hacerlo mejor.

Hay varios experimentos que apoyan la teoría de que si existe cohesión grupal, empresa obtendrá mejores resultados.

Por ejemplo, el paradigma del grupo mínimo, en el cual se llegó a la conclusión que por el simple hecho de pertenecer en un grupo con desconocidos, ya se crea una conexión de identidad social.

En otro experimento se analiza el autoconcepto. Para entenderlo debemos saber que el autoconcepto puede ser de identidad personal o social. El primero trata sobre la experiencia personal, la emocional y los aspectos íntimos de cada persona. El segundo, hace referencia a cómo nos vemos perteneciendo en un grupo social. Al valor que le damos a este hecho y las emociones que sentimos al respecto.

Tener una identidad personal es una necesidad básica que tenemos todos. Además, debe ser lo más positiva posible. El objetivo de pertenecer en un grupo es que nos aporte algo positivo en nuestra identidad personal. Sin embargo, las características de dicho grupo no tienen por qué ser positivas o negativas, sino que lo decidimos al compararlas con las de otro grupo. Con este experimento llegamos a la conclusión que todos tenemos la necesidad de mantener nuestro autoconcepto y que nuestro grupo nos aporte cosas positivas.



¿Qué conclusiones sacamos de estos experimentos?


Podemos observar que el rendimiento (o productividad) favorece la cohesión. Si un grupo se forma en un entorno en el que ya hay buenos resultados y se trabaja bien, la cohesión grupal será mayor. Esto sucede especialmente en grupos pequeños. Por lo que sería interesante en cada empresa estudiar cómo se pueden elaborar los grupos de trabajo.
No obstante, los grupos en los que los integrantes necesitan interactuar mucho entre ellos para ser eficaces, no son los que obtienen una mayor cohesión y ejecución de tareas. Por lo tanto, debemos dar cierto espacio y libertad de trabajo a los miembros.
El elemento que relaciona cohesión y productividad es el compromiso. En segundo y tercer lugar encontramos la atracción interpersonal y la atracción por el grupo. Así que si quieres que tu grupo esté más cohesionado y sea más productivo, favorece su compromiso.