DETOX DIGITAL: ¿POR QUÉ ES TAN NECESARIO ESTE HÁBITO?

El detox digital

¿Sabías que las redes sociales han modificado nuestra química cerebral? Antes de la existencia del mundo digital, tal y como lo conocemos hoy, estábamos expuestos a menos estímulos procedentes de la tecnología. Pero, ahora, vivimos con un dispositivo en el bolsillo todo el tiempo. Los mensajes constantes, las notificaciones las 24 horas del día y los likes, hacen que el cerebro segregue dopamina, la hormona de la felicidad que se produce cuando realizamos una actividad con la que obtenemos placer.

No es casualidad, entonces, que genere tanta dependencia como lo hacen otras adicciones que también segregan dopamina, como son el tabaco, el alcohol u otras drogas. Por eso, cada vez más, escuchamos o leemos hablar de la desintoxicación de las redes sociales y nuevas tecnologías. El conocido como “ayuno de dopamina”, tal y como lo han llamado desde Silicon Valley.

Desde Wellwo, queremos hablarte de una práctica que no se trata de una desintoxicación puntual, sino que, el objetivo, es que se convierta en un hábito para realizar a diario con tal de ayudar a tu salud física y mental. Se llama detox digital y, a continuación, podrás leer cómo llevarla a cabo y por qué es tan necesaria en la época actual. 

¿Cómo nos impacta la hiperconectividad?

Uno de los problemas más comunes y por lo que cada vez más profesionales de la salud recomiendan el detox digital, es por los problemas para conciliar el sueño y tener un descanso reparador. El uso de dispositivos electrónicos poco antes de dormir, causa un efecto fisiológico en el cual el estado del sueño profundo no se logra. Utilizar una red social o navegar en Internet, estimula la actividad cerebral y en lugar de prepararlo para el descanso, crea un falso estado de alerta.

El brillo de las pantallas al que nos exponemos por la noche, es parecido al de la luz solar que, inmediatamente, capta el receptor de la melanopsina y nuestro cerebro recibe la información de que es de día. En ese momento, la melatonina (hormona del sueño) deja de intervenir porque al “ser de día” no es su momento de actuar, volviéndose su acción casi inexistente.

Por esta razón, el descanso tras exponernos a la luz de las pantallas, es superficial. No sólo el sueño no es profundo y reparador, sino que además influye en los relojes biológicos de nuestro cuerpo y, las funciones de reparación, regeneración y de regulación del sistema inmunitario, no se efectúan como deberían. Esto comporta a la larga, graves problemas para la salud.

Otros efectos de la hiperconectividad son los problemas mentales como la depresión, la ansiedad, la dependencia constante al dispositivo y el FOMO. De hecho, en el campo de la medicina ya existe un término para la patología relacionada con el exceso del uso de la tecnología e Internet: Internet Adicction Disorder (IAD). 

El aislamiento social o la pérdida de placer por las actividades diarias, son otras de las consecuencias. También la nomofobia, que es el miedo a no tener cerca el móvil. La pérdida de memoria, el sedentarismo, la tensión ocular, el sobrepeso o la obesidad también son secuelas que se suman a la lista de consecuencias sufridas por el abuso de la tecnología.

6 claves para llevar a cabo un detox digital

  1. 2 horas antes de dormir, no mires pantallas como la televisión, tablet, móvil y ordenador. Lo ideal sería comenzar el detox digital a partir de las 20h de la tarde. A partir de esta hora, pon el móvil en silencio o sólo apto para recibir llamadas. Cena tranquilamente con una charla relajada, aprovecha para leer, escuchar la radio o hacer actividades tranquilas, sin estímulos tecnológicos.
  2. El móvil no debería estar en la mesa mientras comes, ni cuando lo haces solo/a, ni en compañía. Aprovecha para disfrutar, de forma presente, de los sabores de tu plato y conecta con las personas con las que compartes mesa.
  3. Al caminar por la calle, evitar hacerlo mirando el móvil. El detox digital también se realiza fuera de casa. Levanta la cabeza y percibe lo que sucede a tu alrededor, observa el cielo, el mundo real que te rodea y/o aprovecha para escuchar la música que más te gusta mientras te diriges a tu destino.
  4. Cada cierto tiempo, haz limpieza en tus redes sociales. En ocasiones, acumulamos perfiles que no nos aportan nada, cuyos inputs no resultan positivos, provocándonos estados de ánimo que no cuidan de nuestra salud mental y emocional. Quédate sólo con aquellos perfiles constructivos y que te sumen.
  5. Cultiva la comunicación asertiva, tratando de transmitir tus preocupaciones y emociones en el momento que las sientes, para así evitar alargar el sufrimiento. La tecnología ha provocado que existan monólogos virtuales, a través de mensajes o audios, que entorpecen la comunicación y que, en ocasiones, prolongan en exceso la resolución de un conflicto. Lo más sano es crear espacios de diálogo con escucha activa que lleve a aliviar ansiedades e incertidumbres.
  6. Recuerda que tienes derecho a la desconexión. Los cambios en la forma de trabajar ha sido uno de los efectos más notorios de la pandemia y, aunque tiene muchos beneficios, es cierto que pone en riesgo a los/as trabajadores/as a sufrir esclavitud tecnológica. Por eso, la desconexión digital se ha convertido  en un derecho que algunos países ya están implementando.

¿Qué beneficios tiene un detox digital?

– Mejora la calidad del sueño
– Reduce el estrés
– Mejora el equilibrio emocional
– Reduce la adicción tecnológica y el FOMO
– Aumenta el sentido de la realidad
– Mejora la memoria y los niveles de atención
– Beneficia nuestras relaciones personales y comunicación
– Ayuda a recuperar la productividad y energía
– Mejora la autoestima y la autoconfianza
– Mejora la apreciación del entorno y la naturaleza 

Y recuerda que, si no puedes poner en práctica el detox digital porque sientes que podrías estar sufriendo una hiperconectividad tóxica; si tienes dependencia de tu dispositivo; si llevas un tiempo pensando en problemas de manera reiterada o tienes problemas para conciliar el sueño; notas pérdida de apetito o ansiedad por comer; experimentas dificultades para disfrutar de las actividades cotidianas; te recomendamos que consultes con un profesional de la psicología, ya que cuentan con la preparación necesaria para ayudarte.