LA SOMATIZACIÓN: EL DOLOR Y LAS EMOCIONES

La somatización

 

El ser humano es complejo. Durante toda la historia de la humanidad, han habido muchos enfoques psicológicos sobre la separación entre el cuerpo y la mente, creyendo que las personas con problemas, síntomas o trastornos físicos, siempre tiene un origen también físico. 

Actualmente sabemos que esto no es así y que podemos experimentar un dolor físico como consecuencia de una dificultad emocional. Esto se conoce como somatizar o trastorno por somatización.

¿QUÉ ES LA SOMATIZACIÓN?

El trastorno por somatización es un trastorno psicológico que se caracteriza por la presencia de síntomas físicos crónicos y persistentes, que no tienen una explicación que se pueda demostrar con una prueba médica física. Ocurre cuando una persona experimenta síntomas físicos como resultado de una emoción o estrés emocional no resuelto.

Esta persona experimenta síntomas como pueden ser dolores musculares, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, palpitaciones y fatiga, entre otros. A menudo, las personas con trastorno por somatización buscan atención médica creyendo que el origen del síntoma es físico, pero no encuentran una explicación clara para ellos

Esta situación puede llegar a ser desesperante y frustrante por la incertidumbre que genera. La persona que padece el trastorno por somatización, puede sentirse desconectada acerca de lo que está sucediendo, porque los síntomas físicos pueden ser difíciles de explicar y, por parte de los profesionales médicos, difícil de comprender para poder dar un diagnóstico concreto. 

Además, al no obtener una respuesta clara, la persona que somatiza puede tener miedo de que sus síntomas físicos sean indicativos de una enfermedad grave. Este miedo puede aumentar la ansiedad y llevar a una preocupación excesiva sobre su salud, e incluso, que aumente la sensación de estar atrapado/a en un ciclo de síntomas físicos y emocionales que parece no tener fin. 

¿POR QUÉ OCURRE?

Se cree que somatizar es una forma de respuesta protectora a situaciones estresantes o emociones no resueltas. En lugar de procesar y afrontar estos problemas, la persona los somatiza, los convierte en síntomas físicos. Esta respuesta puede ser una manera de distraerse de las emociones dolorosas o de evitar enfrentar situaciones estresantes.

Con la somatización, la persona afectada normalmente experimenta una amplia gama de problemas emocionales, psicológicos o sociales como ansiedad, estrés, depresión, traumas emocionales, problemas en las relaciones sociales o problemas de trabajo, que no son abordados adecuadamente.

La somatización también puede estar relacionada con una baja autoestima y un sentido de desesperanza y pérdida de control sobre la vida. A menudo, las personas que somatizan han experimentado situaciones difíciles en el pasado y pueden sentir que no tienen una voz o un lugar para hablar sobre sus sentimientos y preocupaciones.

Es importante destacar que la somatización no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de un problema subyacente. Por lo tanto, el tratamiento de la somatización debe centrarse en tratar el problema emocional o psicológico de raíz en lugar de tratar los síntomas físicos.

CONSEJOS PARA PREVENIR Y TRATAR LA SOMATIZACIÓN

El trastorno por somatización puede afectar a cualquier persona. Algunos factores de riesgo incluyen antecedentes familiares de trastornos psicológicos, traumas emocionales, estrés crónico, falta de apoyo social y habilidades limitadas para manejar el estrés y las emociones.

La somatización a largo plazo puede llevar a problemas de salud graves y puede ser un obstáculo para la resolución emocional y el bienestar. Además, la búsqueda constante de atención médica para síntomas que no tienen una explicación clara puede llevar a una sensación de frustración y aislamiento social.

Algunos consejos para prevenir o tratar el trastorno por somatización son:

Aprender habilidades de manejo del estrés 

Practicar técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, puede ayudar a reducir el estrés y la tensión emocional.

Procesar emociones 

Aprender a reconocer y expresar las emociones de manera saludable puede ayudar a liberar la tensión emocional y prevenir la somatización.

Buscar apoyo social

Mantener relaciones saludables y significativas con amigos y seres queridos puede proporcionar una red de apoyo para ayudar a manejar el estrés y las emociones.

Buscar tratamiento

La terapia puede ser muy efectiva para tratar el trastorno por somatización. Los/as terapeutas pueden ayudar a las personas a comprender y procesar sus emociones, mejorar sus habilidades de manejo del estrés y aprender nuevas estrategias para afrontar situaciones estresantes.

Cuidar de la salud física

Mantener un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y un sueño adecuado, puede ayudar a prevenir y tratar los síntomas físicos asociados con la somatización.

Evite el consumo excesivo de alcohol y drogas

El consumo excesivo de alcohol y drogas puede empeorar los síntomas físicos y emocionales y aumentar el riesgo de somatización.

Mantener una perspectiva positiva

Practicar la gratitud y centrarse en las cosas positivas en la vida puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud emocional.

Reconocer la importancia de la autocompasión

Ser amable y compasivo consigo mismo puede ayudar a reducir la tensión emocional y mejorar la salud emocional.